Lo que empezó como una broma familiar terminó convertido en un proyecto pionero en América Latina. Martha Sofía, la primera cantante virtual latina, fue creada con inteligencia artificial por Karina Astudillo, máster en ciberseguridad y CEO de Consulting Systems.

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El proyecto no solo busca conquistar oídos con ritmos de Latin Pop y Urban Electronic, sino también generar un debate urgente: ¿qué pasa cuando la creatividad humana se enfrenta al poder de la IA?

De una broma familiar a un proyecto tecnológico

La idea nació mientras Astudillo veía un reportaje sobre una banda digital con su familia. Su prima la retó: “¿Tú podrías hacer algo así?”. Ese desafío desató un proceso creativo y técnico que se transformó en un experimento social sobre los límites del oído humano y la autenticidad en la música.

Con el apoyo de su agencia de marketing, la propuesta evolucionó hasta convertirse en una estrategia para visibilizar los efectos de la transformación digital y la falta de regulación sobre la inteligencia artificial en América Latina.

Cómo se creó a Martha Sofía

El desarrollo de Martha Sofía tomó poco más de un mes, con jornadas nocturnas que Karina equilibraba con su rol empresarial. El proceso incluyó:

• Definición de género musical: con ayuda de ChatGPT en modo agente, se eligió una mezcla de pop latino, rap y urbano, con toques techno.

• Creación del nombre: sugerido por la IA como un juego de palabras: Sof-IA.

• Voz virtual: generada con Apob AI, para mantener coherencia entre el avatar y el timbre vocal.

• Letras de canciones: escritas por un GPT compositor digital, bajo reglas claras: evitar palabras ofensivas y respetar derechos de autor.

• Producción musical: realizada con Suno AI y refinada en Adobe Audition.

El resultado fue un álbum completo titulado “Bendita y Peligrosa”, con ritmos urbanos y electrónicos que recuerdan al estilo de Karol G, pero con un giro experimental: todo fue creado por IA.

El experimento social: ¿puede la IA engañar al oído humano?

Para medir el impacto, Astudillo compartió la música de Martha Sofía en plataformas de streaming a través de Hyperfollow, pidiendo a sus contactos que enviaran las canciones a terceros sin revelar su origen.

El resultado sorprendió: la mayoría de oyentes no detectó que se trataba de una cantante virtual. Solo quienes vieron los teasers animados en YouTube sospecharon del uso de IA.

“Mis amigos saben que es inteligencia artificial, pero los amigos de mis amigos no han notado nada”, contó Karina.

Más que un engaño, el experimento buscaba medir la capacidad humana para distinguir voces sintéticas y abrir un debate sobre cómo percibimos la autenticidad en la era digital.

Riesgos y oportunidades para la industria musical

• Pérdida de empleos en estudios de grabación y producción musical.

• Desplazamiento de compositores que no integren la tecnología.

• Problemas legales por falta de regulación en América Latina.

Sin embargo, también ve oportunidades:

• Potenciación de la creatividad para quienes adopten la IA como aliada.

• Producción independiente desde casa con calidad profesional.

• Nuevas formas de arte híbrido entre humano y máquina.

Lo que viene para Martha Sofía

“Si hay suficientes reproducciones, tal vez me anime a un segundo álbum”, dice entre risas.

Estudia la posibilidad de colaboraciones entre Martha Sofía y artistas humanos.

Planea crear una división de automatización e inteligencia artificial en su empresa de ciberseguridad.

Más allá de la música, Martha Sofía se perfila como un símbolo del debate sobre ética y regulación tecnológica en América Latina, donde aún no existen marcos legales como en Europa.

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