Buena Vida
¿Qué hacer cuando suena la campana?
Cuando las clases concluyen, los pequeños del hogar tienen varias opciones para divertirse y seguir aprendiendo.

Cuando las clases concluyen, los pequeños del hogar tienen varias opciones para divertirse y seguir aprendiendo.
Con el regreso a clases de los menores del hogar, también llega el momento de pensar qué actividades pueden realizar luego de que el timbre de salida suena, los libros se cierran y las tareas terminan.
Pero estas actividades deben significar diversión, relajación y aprendizaje a la vez. Así lo explica Sara Jouteaux, máster en Neuropsicología y Educación.
“Estas actividades están relacionadas a un desenvolvimiento lúdico de aprendizaje y de acompañamiento para la educación del alumno. Estas pueden estar relacionadas a los deportes, al arte y a la música”. Las actividades extracurriculares, o clubes como se conocen hoy en día, también tienen como objetivo que quienes las practican adquieran nuevas habilidades a través de contenidos informales que llegan a ser un complemento de la enseñanza regular.
¿Pero cómo elegir estas actividades pensando en el disfrute del niño? Joselyn Bayas, licenciada en Educación Inicial y Especial, detalla el proceso adecuado para elegir las actividades extraescolares.
Un ejemplo es Clap, una academia de danza concentrada en la formación integral de pequeñas bailarinas. “Acá nos enfocamos en que las niñas luego de cada clase sientan que han alcanzado un nuevo objetivo, un logro personal”, explica Gigi Leones, directora general. Ballet, jazz, flamenco, tap, baile contemporáneo y lírico son las modalidades que imparte la escuela. Además, cuentan con un sistema de becas y harán una próxima audición para nuevos talentos en el mes de junio.
El centro de entrenamiento de jiu-jitsu Leo Iturralde también es una opción para visitar luego de la asistencia a clases. Iturralde, cinta negra y experto en el arte del jiu-jitsu por 15 años, afirma que “es elemental aprender jiu-jitsu porque aprendes a defenderte frente al martirio del bullying y ganas la confianza para parar con eso”.
Pero a su vez, también les enseña a quienes deciden visitar su escuela que esto es un deporte, que es una forma de defenderse, no de atacar, que se puede inmovilizar a un oponente sin lastimarlo, sin maltratar a nadie.
La Federación Ecuatoriana de Ajedrez es otra alternativa. “Con el ajedrez, el niño mejora la agilidad mental, la toma de decisiones, calma su hiperactividad”, cuenta Carlos Moncayo, mientras un grupo de niños tras él se prepara para gritar “jaque mate”.
Las clases se imparten los lunes, miércoles y viernes y cuando los pequeños pasan a un nivel avanzado, llegan a formar parte de la Selección Deportiva del Guayas y compiten nacional e internacionalmente.
Yo Dance es una alternativa para quienes prefieren los estilos de danza urbanos y comerciales. La modalidad de enseñanza de clases abiertas con distintos coreógrafos de renombre “es una forma de ver lo que encierra la danza fuera del país”, asegura Duval Salazar, director del establecimiento.
El estudio de danza cuenta con una aplicación gratuita en la que se puede consultar desde los horarios de las clases abiertas a todo público hasta los precios a pagar por cada clase. Un punto en el que concuerdan los directores de cada lugar es que la disciplina, puntualidad y autocontrol están a la orden del día junto a la diversión en sus clases.
¿Cómo escoger las actividades?
Si se habla de un proceso, Joselyn Bayas, miembro de CLASS: Clever Learning After School Session, afirma que “sería ideal que no solo se consulte al joven o niño sino también a las personas, como los maestros y compañeros de clases, que puedan evidenciar capacidades y habilidades en el niño que en casa no se perciben, al igual que las necesidades, que se puedan reforzar fuera del plantel educativo”.
En Guayaquil existen varias opciones que conjugan en sus actividades la creatividad, que usualmente fomenta la independencia, desarrolla la inteligencia emocional y la búsqueda de soluciones novedosas a problemas comunes; el intelecto, que ayuda a adquirir razonamiento lógico y matemático, atención, memoria, pensamiento estratégico y motricidad fina; y lo físico, como los deportes que ayudan a la salud emocional, a la coordinación del espacio y la vista, al equilibrio y a la integración social.