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Familia

'Once' si tu hijo llega de la escuela con cosas ajenas

No lo ‘suenes’, descubre por qué lo hace. Puede ser por la curiosidad que siente por el objeto, porque lo necesita. También podría ser una imitación de conducta o carencia afectiva.

niña
Es común que este comportamiento se dé más en niños pequeños.Shutterstock

Tu hijo llega a casa con una cartuchera o juguete que no le pertenecen. ¿Qué haces? No lo minimices, pero tampoco le ‘entres a palos’.

Antes de realizar la presunción de que lo sustrajo, indaga si lo prestó o lo dio a cambio de algo, estas prácticas son habituales en niños pequeños y escolarizados, indica Claudia Barahona, psicóloga clínica y máster en educación parvularia.

“Si al averiguar no hay respuestas, investiga qué está sucediendo con tu hijo. Prende las luces de alarma, toma acciones correctivas y mira las posibles causas”, sugiere la experta.

Su colega Yehilin Pardo dice que los pequeños sustraen pertenencias fundamentalmente en el área escolar, allí están sin la supervisión de los padres.

“Por lo general se presenta a finales de los 6 años, se produce la ‘crisis de los 7’, el niño busca mayor autonomía”, sostiene Pardo.

“Toman objetos de otros en primera instancia por curiosidad, por descubrir el juguete, llaman su atención la forma, color, diseño. Luego lo hacen por la necesidad: ‘No traje el borrador, le presto al amigo’, hasta ahí hay una motivación, pero, ¿qué pasa si teniendo todo material, toma lo ajeno? El que lo hace ha tomado conciencia que no es correcto y lo esconde para no quedar en evidencia”, expresa Barahona.

Pardo sostiene que esta conducta puede hacerla para llamar la atención, por carencias afectivas por parte de los padres, imitación o instauración de comportamientos inapropiados, alteración en sus emociones.

La máster añade que también influyen factores como baja autoestima, impulsividad, poca empatía, está enfadado, viviendo situaciones complicadas en casa, pasa demasiado tiempo solo, etcétera. 

madre e hija
Converse con su vástago y corríjalo a tiempo, para que la acción no continúe.Shutterstock

Que la corrección sea temprano

Sea cual sea el motivo que llevó al infante a tomar lo que no es de él, usted tome acciones disciplinarias para modificar su conducta: una buena comunicación, enseñanza en valores, práctica constante de hacer lo que se dice, ejemplo: “Si no es mío, no se toma”, pero si es un trastorno como la cleptomanía, debe ir con profesionales de la salud mental, precisa Barahona.

Pardo considera que de no haber corrección, su hijo puede perder el control de sus impulsos. Y más adelante, podrían darse otras posibles consecuencias: adicciones o pertenecer a bandas delictivas. 

EXTRAtips

1. Que devuelva lo ajeno. Si trae algo que no es suyo, indaga de quién es, por qué está en sus cosas y que lo entregue pronto, así sea diminuto el objeto.

2. Enséñale el concepto de propiedad. Que entienda que las cosas son de pertenencia de alguien, por herencia o porque se lo compraron y no debe tomarlas.

3. La crianza de apego da empatía. Así ellos pueden comprender y respetar mejor los derechos de otros. Quienes son criados así sentirán más remordimiento cuando han hecho algo mal, su conciencia hablará. Entienden, antes, los efectos de sus acciones sobre los demás y quieren mantener la confianza entre las personas.

4. Lee las señales no verbales. Padres que tienen buena conexión emocional con sus hijos podrán hacerlo; interpretar el lenguaje facial y corporal, que revelan el mal comportamiento. Por esa conexión, el chico aceptará los consejos y valores de los padres porque confían en ellos.

5. Lo peor: alentarlos. Aplaudir sus actuaciones e incitarle a que siga haciéndolo, inclusive aconsejándolo de que puede sustraer objetos más valiosos.

6. Padres, conversen con los maestros. Que exista esa retroalimentación de las actitudes constantes del niño. Y no caigas en el castigo físico o psicológico (recriminarle), el chico debe de llegar a la reflexión, desde la orientación.  

“Desde muy pequeños se presenta la curiosidad por todo y por lo que el otro tiene, que puede ser más costoso o más elaborado, de marca, etcétera”.Claudia Barahona, psicóloga y máster en educación
divorcio
Por las peleas entre los padres, los problemas en casa, la falta de afecto, etc., el menor podría caer en estas prácticas.Pixabay
“Estas conductas iniciales pueden ser traducidas como un llamado de atención del niño hacia los padres, que puede desencadenar ciertas carencias afectivas”.Yehilin Pardo, psicóloga clínica