El arroz con ‘gafas’, es decir con dos huevos fritos, es un típico plato que se come  en el Ecuador y en esta ocasión, esta clásica receta es ‘tuneada’ por la nutricionista Tatiana Landeta, quien nos enseña paso a paso a elaborarla, sin gastar ni 5 dólares.

1 taza de quinua

2 tazas de agua

1 pepa de ajo

1 cucharada de aceite de oliva

(Te invitamos a leer: A parar la olla: Consigue masa muscular y energía con una rica ensalada de cangrejo)

Deja remojar la quinua por una hora y lávala muy bien. Colócala en la olla con agua, más el ajo y cuando esté cocinada, agrégale el aceite.

1 taza de lentejas

2 taza de agua

Lava y remoja por una hora la lenteja. Pon a cocinar el grano hasta cubrirlo con agua, hierve a fuego lento hasta que esté cocinado, pero que no quede muy blanda la quinua.

1 tomate

1 pimiento

1 cebolla paiteña

1 cda de aceite de oliva

1 cdta de achiote en pasta

1 diente de ajo molido

1 pizca de comino, sal y pimienta

1 cucharada de cilantro

Coloca todos los ingredientes en un sartén con aceite de oliva y el achiote, tapar y cocinar a fuego lento.

1 taza de quinua

1 taza de lenteja

El refrito

Media taza de queso fresco rallado

1 cucharada de cilantro picado

Mezcla la quinua, el refrito, lenteja con algo de su jugo, queso, y cilantro dejar cocinar a fuego lento y servir con dos huevos fritos en una cucharada de aceite de oliva.

La quinua contiene más proteínas, vitaminas, minerales y fibra que otros cereales. Este grano ayuda al sistema inmunológico, nervioso. Previene enfermedades como la desnutrición infantil, anemia, patologías cardiovasculares, diabetes tipo 2 y cánceres. 

Su gran cantidad de fibra, mejora la digestión, reduce colesterol y triglicéridos, ideal para bajar de peso porque da mayor saciedad.

La lenteja previene la anemia por su alto contenido de hierro y ácido fólico, es esencial consumirla durante el embarazo, durante la infancia y cuando se es adulto mayor. Consumirla mejora la microbiota intestinal, estimulando al sistema inmunológico, ya que el 70 % del sistema inmune está en el intestino.

El huevo es la proteína con mayor valor biológico, es decir que la asimilamos con mayor facilidad y eficacia. Podemos comer huevos todos los días, ya que no sube el colesterol como se creía una década atrás. 

La clara tiene gran cantidad de proteína y la yema es rica en vitaminas del grupo B, que son necesarias para tener una buena visión, además, la yema beneficia a los procesos de aprendizaje, memoria, estado anímico y función muscular.

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