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Fe en el Monumental: El gesto de Joao Rojas que ilusiona a Barcelona SC
Un gesto decisivo de Joao Rojas en la práctica de Barcelona SC resuena en el Monumental: con un golazo, la esperanza renace
Son las 08:30 del 2 de octubre del 2025 y el estadio Monumental empieza a despertar. Matías Oyola, ahora director deportivo, pisa la cancha como quien todavía respira fútbol. El equipo está en el camerino, pero afuera todo ya es un escenario de película.
La cancha se divide en dos: al norte, una mini cancha improvisada; al otro extremo, seis barreras que parecen maniquíes de plástico, listos para ser rivales imaginarios. Eso sirve para practicar los fuera de juegos.
El entrenamiento del Barcelona en el estadio Monumental
Un entrenamiento llenó de fe entre amigos
El césped brilla como si se hubiera vestido de gala. Francisco 'Molacho' Zapata, el utilero que es mucho más que eso, lo tiene todo preparado. No solo carga balones y petos, también lleva el alma espiritual del equipo. A un costado, Braian Oyola conversa largo con Matías, como si el apellido los uniera más allá de la sangre.
De pronto aparece Miguel Parrales, en zapatillas negras, con sus zapatos de fútbol en una mano y los protectores en la otra. Cruza la cancha en silencio. El ambiente es tranquilo. La prensa observa desde lejos, nadie habla, nadie rompe el pacto. "El mudo ha llegado".
Así se alista el partido ante Independiente del Valle
Felipe Caicedo, con el pelo más amarillo que nunca, camina al costado junto a Dixon Arroyo. La charla se hace larga, casi secreta. Ellos saben lo que se juegan.
Mientras tanto, los hermanos Rescalvo cruzan el campo y comienzan a plantificar la estrategia del domingo. Ese partido con Independiente del Valle, con diez puntos de diferencia en la tabla, no se juega solo con piernas, se juega con cabeza.

Al final, ingresan Javier Arreaga y Byron Castillo. El dron del departamento de prensa sobrevuela la escena, como queriendo retratar cada detalle. Barcelona está listo, porque el “cuco” tiene nombre: Independiente del Valle.
Un helicóptero cruza el cielo del Monumental. El ruido distrae por segundos, pero enseguida vuelve el ritual. Todos se reúnen en el círculo central. Es hora de la oración para comenzar a trabajar.
El entrenamiento comienza y los Rescalvo se hacen cargo. La prensa abandona el lugar: nadie debe enterarse de los secretos que prepara el español. Pero antes de irse, el ojo se queda en Joao Rojas. Solo, toma la pelota, patea desde fuera del área… y es gol.
La mirada fija en el balón lo delata: necesita confianza, y ese gol es un dibujo de lo que puede ser el futuro. Joao necesita un gol para comenzar hacer soñar a su hinchada.