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Explosión Azul: Sangre, fútbol y música en el Capwell
Solo se jugaron 58 minutos del Clásico del Astillero y se suspendió el partido
El primer Clásico del año, disputado en la Explosión Azul, fue todo menos amistoso. Con un ambiente cargado de tensión, Barcelona SC se impuso a Emelec por la mínima, gracias a un gol de Octavio Rivero. Sin embargo, el encuentro estuvo marcado por la dureza de los duelos entre los jugadores, y una peligrosa interrupción, que dejó a José Contreras, arquero de Barcelona, con una herida en la cabeza. Se jugaron 58 minutos.
Desde los primeros instantes del encuentro, la rivalidad se hizo evidente. A los 60 segundos, Gustavo Vallecilla y Jaime Ayoví protagonizaron el primer choque del partido, con el defensor golpeando al delantero eléctrico de forma constante, lo que desató una pequeña escaramuza. No fue el único incidente: Washington Corozo y Leonai Souza también se enfrentaron en duelos intensos, evidenciando que la rivalidad entre ambos equipos sigue siendo feroz.

En cuanto a las alineaciones, Emelec presentó una formación cercana a la titular, mientras que Barcelona optó por un once mixto, diferente al que había utilizado en la primera Noche Amarilla y en su reciente partido ante Deportivo Quito. La gran ausencia en el equipo torero fue Felipe Caicedo, quien, según el parte médico, continúa con su recuperación tras una serie de terapias físicas.
El único gol del partido llegó en la segunda mitad. William Vargas ejecutó un centro preciso, y Octavio Rivero, con un certero cabezazo, superó a Mina, poniendo a Barcelona al frente. El gol desató la furia de la hinchada eléctrica, y en el minuto posterior, varios objetos fueron lanzados al campo. Uno de esos proyectiles golpeó a José Contreras en la cabeza, causándole una herida que provocó la suspensión del encuentro.
La situación se complicó aún más cuando los jugadores de Barcelona tuvieron problemas para abandonar el campo, debido a los objetos que seguían cayendo desde las gradas. El ambiente tenso y violento empañó lo que se esperaba fuera una fiesta deportiva.
LA EXPLOSIÓN DE MÚSICA EN EL CAPWELL
La Explosión Azul 2024 tuvo un protagonista indiscutible: su hinchada. Los seguidores de Emelec demostraron una vez más por qué son considerados una de las aficiones más fieles de Ecuador y, posiblemente, de Sudamérica. Claro que por uno pocos malos hinchas, el partido se suspendió.
A pesar de las dificultades que atraviesa el club, el estadio Capwell lució un lleno total aun sabiendo que el equipo no contaba con nuevas contrataciones debido a la sanción impuesta por la FIFA. Tampoco hubo una estrella invitada para reforzar al plantel.

La Explosión Azul también se convirtió en una auténtica discoteca a cielo abierto. Los ritmos urbanos hicieron vibrar a la hinchada, especialmente con la presentación de Diamante, Waldokinc El Troyano y Jombriel. Este último enloqueció a los presentes con su tema "Parte y Choke", que fue coreado y bailado como si se tratara de un gol en la final.
En la presentación del plantel 2024, algunos jugadores se robaron los aplausos de la noche. El arquero Justin Mina cautivó a los presentes con sus pasos de salsa choke, mientras que Pedro Ortiz y Diogo Bagui fueron recibidos con ovaciones. No obstante, los más aclamados fueron Jaime Ayoví, quien no dejó pasar la oportunidad de recordar el histórico 3-0 con su gesto característico, y el capitán Luis Fernando León, quien se llevó la mayor ovación de la noche.
La sorpresa del evento la protagonizó Antonio Valencia que recibió una camiseta de Emelec y fue homenajeado por la hinchada, que lo despidió con una lluvia de aplausos.