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Gabriel Villamil: el joven de Liga de Quito que conquistó a hinchas y expertos
Gabriel Villamil, la figura de Liga de Quito que se ganó el reconocimiento de todos
Liga de Quito ya lo hizo en 2008 y parece estar repitiendo la historia en 2025. Diecisiete años después, el guión se reescribe con otros protagonistas, pero con la misma esencia: la resurrección de un jugador cuestionado que termina convirtiéndose en el alma del equipo.
En aquella gesta gloriosa, Damián Manso pasó de ser criticado y lesionado a convertirse en el cerebro de la Libertadores. Hoy, el papel protagónico lo interpreta Gabriel Villamil, el boliviano de 22 años que llegó en silencio en 2024, fue discutido, señalado y hasta acusado de “hacer jugar a Liga con 10”.

Presente en la Copa Libertadores
El técnico Pablo Sánchez prefirió mirar a otro lado. Pero cinco meses después, Tiago Nunes descubrió el diamante que había en bruto. Le dio confianza, minutos y la oportunidad que cambió su carrera. Y Villamil respondió con arte: un doblete ante Palmeiras, el favorito del papel, que lo catapultó a los titulares.
“La ventaja que tenemos es grande, queda 90 minutos más. Hemos hecho buenos partidos de visitante, como con Sao Paulo. Toca ir a hacer un partido inteligente”, dijo el mediocampista tras su noche soñada.
Un camino hecho de sacrificios
Detrás de ese talento hay una historia familiar que también emociona. Su padre, Jaime Villamil, exjugador, recuerda con orgullo el momento que cambió todo.
“Le pregunté si quería seguir estudiando, y me dijo que no, que si se dedicaba a estudiar iba a perder su lugar en la reserva del Bolívar. Fue ahí cuando decidimos apoyarlo con todo. Lo mandamos a Banfield (Argentina), y no fue gratis: pagamos unos 25.000 dólares por los doce meses que estuvo allá. Fue una inversión de vida”, relató el padre.

Del anonimato al estrellato
Formado en Bolívar, Gabriel Villamil empezó a hacerse notar por su técnica y visión de juego. Pero fue en Liga de Quito donde explotó todo su potencial. En Bolivia, su nombre ya resuena fuerte: los periodistas lo comparan con Marco Antonio Etcheverry, el mítico “Diablo” de los 90.
Sus goles ante Palmeiras lo pusieron en el centro de la conversación continental. Y su cotización se disparó. Según Transfermarkt, pasó de costar 750.000 dólares a superar el millón doscientos mil después antes del doblete, ahora el valor real es de varias millones.
Hoy, Villamil es parte fija de la selección boliviana —ya suma 13 partidos— y se ha convertido en el jugador de exportación que su país esperaba. Liga de Quito lo tiene a préstamo con opción de compra, pero todo indica que ese cheque se firmará pronto.
A 90 minutos de la final y con tres goles de ventaja, Liga sueña con su sexta estrella internacional. Y el chico de mirada tímida y pegada mágica está a punto de escribir su propio capítulo en la historia alba.