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Lionel Messi en Guayaquil ante Barcelona SC: fecha y hora de la presentación del 10
El Inter Miami definió el calendario para el duelo amistoso que no será la Noche Amarilla, sino la despedida de Messi de su público en Ecuador
La locura por Lionel Messi en Ecuador ya no es un rumor, sino que es una marejada que ya empezó a sacudir al país entero. El plan está en marcha: 7 de febrero de 2026 está llamado a convertirse en una fiesta sin precedentes, pues el 10 argentino, el mismo que estará en el Mundial, tendría su presentación estelar en el estadio Monumental de Guayaquil, una casa que ya comienza a quedarse pequeña ante semejante expectativa.
La hora ya estaría casi escrita en piedra: 20:00 de Ecuador, bajo las luces, con las cámaras encendidas y con un ambiente que promete ser mitad fútbol, mitad alfombra roja. Porque lo que se viene no es simplemente un partido… es un show del marketing deportivo, un espectáculo que mezcla farándula, fútbol y ese magnetismo que solo Messi provoca cuando pisa cualquier país del continente.

No es Noche Amarilla
El preacuerdo existe, firmado con la tinta invisible de la intención: la empresa que maneja al Inter Miami, una compañía local con músculo para este tipo de eventos y la dirigencia amarilla que ya imagina al Monumental reventando. Pero ojo: no es la Noche Amarilla. No tiene nada que ver con la tradicional gala barcelonista. Esto es más grande, más mediático, más internacional.
Se trataría, nada más y nada menos, de la despedida de Messi de Ecuador antes del Mundial. Un gesto simbólico, casi cinematográfico, porque el 10 no estuvo en el país cuando Argentina jugó su último partido de eliminatorias rumbo a 2026. Esa ausencia podría tener ahora un capítulo de compensación con sabor a fiesta.

Falta la firma, sí. Falta ese garabato que le dé vida oficial al sueño. Pero el proyecto avanza, toma forma, y cada día que pasa el rumor deja de ser rumor para convertirse en plan Messi en el Monumental. Fecha hay. Hora también. Y el país entero quiere que la historia termine con el estadio lleno, las luces encendidas y el rosarino saludando a un Ecuador que ya empezó a vivir su propia revolución emocional.