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Moisés Caicedo revela sus tres amores y el motivo de venir de vacaciones a Ecuador
“Santo Domingo no ha salido de mí”: Moisés Caicedo y su lado más sentimental
Moisés Caicedo ya está en modo Chelsea, pero su corazón sigue jugando en la cancha de tierra de Santo Domingo de los Tsáchilas. El volante más caro de la historia ecuatoriana volvió a Inglaterra con las pilas recargadas, luego de unas vacaciones que fueron puro flow, ternura y raíces.
En 15 fotos y dos videos en Instragram, Moi resumió su regreso a casa. Y sí, bailó, cantó, fue premiado, oró en la iglesia, pero lo que más brilló fueron sus amores eternos. ¿Quiénes son? Tres mujeres y un pilar: su esposa, su madre, su hija… y su padre.
Todo lo que pasó en Ecuador lo resumió en 15 fotos y 2 vídeos
Madre, esposa e hija, el corazón de Moisés Caicedo
Las redes de Caicedo no fueron un catálogo de marcas o viajes exóticos. No. Él prefirió mostrar la patineta con los panes, los abrazos con Carmen, su madre famosa por aquel video de 39 segundos en la parte de atrás de un carro, cuando el mundo conoció su historia. Aquel 14 de agosto de 2024, cuando se hizo oficial su fichaje al Chelsea, Carmen se volvió viral con una frase que es pura película: “Un sueño hecho realidad”.
Y también subió fotos con la parte más tierna de Caicedo, se llama Zoé Noelia Caicedo Salazar, su hija, nacida en noviembre de 2024. Y es que las gráficoas más tiernas fueron con ella, la bebita que se robó la atención de los fans. “Amorzote”, la llamó Moi. Corazón completo.

Las ganas de estar con su gente
Y claro, también apareció ella, la que siempre estuvo. Paola Salazar, su esposa, su “gol de media cancha”. Ella que festejaba en silencio cuando no había cámaras ni autógrafos. Hoy, brilla a su lado.
Pero el detalle que más sorprendió fue su decisión de quedarse en Santo Domingo. Mientras otros cracks se van a Dubái, Europa o Miami, Moi prefirió las calles donde pateaba piedras y comía bolón. ¿Por qué? Él lo dijo sin filtros:
“Yo he salido de Santo Domingo, pero Santo Domingo no ha salido de mí. Siempre estoy pensando en regresar a donde soy feliz”.
Y agregó otra joya emocional: “Cada que vengo recuerdo todo, las calles donde jugaba”.
Hasta se la pasó cantando “Vitamina”. Moisés Caicedo no olvida, no cambia su esencia. Es estrella, sí. Pero con los pies en la tierra y el alma en su barrio.
El fútbol se lo llevó lejos. El corazón lo sigue dejando en casa.