El futuro de la jubilación patronal en Ecuador está en el centro de un debate que enfrenta a trabajadores, empleadores, Gobierno e Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Lo que para muchos fue un derecho histórico se ha convertido, en la práctica, en un beneficio al alcance de muy pocos: apenas 34.000 personas —de un universo de 836.000 jubilados registrados en el IESS— perciben hoy esa pensión, es decir, alrededor del 4 %.

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Las mesas de diálogo instaladas por el Ministerio del Trabajo no han logrado acuerdos fáciles. Tras seis encuentros, se consolidaron tres vías básicas que ahora pasan al Consejo de Salarios. El consolidado será a su vez analizado por la cartera laboral antes de ser remitido a la Asamblea Nacional para su debate parlamentario.

¿Mantener, reformar o eliminar la jubilación patronal?

Las tres opciones en discusión son claras y confrontadas:

• Mantener el sistema actual, con la jubilación alimentada exclusivamente por el empleador, aunque con propuestas de ajustar sus condiciones.
• Transformarla en un fondo alimentado mes a mes —con aportes del empleador y, en una de las variantes, del trabajador— que el trabajador pueda movilizar si cambia de empleo.
• Eliminarla por completo, argumentando que la figura es obsoleta y ha distorsionado el mercado laboral.

Las organizaciones de trabajadores rechazan la eliminación y proponen mantener el aporte exclusivo del empleador, pero elevando la tasa desde el 5 % vigente hasta un 10 % del salario. En cambio, representantes de la empresa —especialmente pymes y quienes emplean domésticos— plantean un esquema contributivo mixto: aportes conjuntos de trabajador y empleador que sumen 5,3 % del salario y la constitución de un fideicomiso individual que acompañe al trabajador cuando cambie de empleo.

Un punto de coincidencia entre las partes es la voluntad de que la administración del eventual nuevo fondo no recaiga en los empleadores. La propuesta mayoritaria es que lo gestione el Banco del IESS (Biess), y no cada empresa, para evitar cargas administrativas y riesgos de insolvencia.

¿Por qué se discute ahora?

El Código del Trabajo —norma que regula la jubilación patronal— data de 1937 y parece haber perdido vigencia frente a la realidad laboral actual. Se le atribuye haber incentivado la desvinculación prematura (la mayor parte de los desvinculados lo son entre los 14 y 17 años de relación laboral), desperdiciando la inversión en capacitación y encareciendo la contratación para las empresas.

¿Cómo se calcula la jubilación patronal?

Técnicamente, la jubilación patronal consiste hoy en una pensión vitalicia o en el pago de un fondo global otorgado por el empleador a quien haya trabajado 25 años; a partir de 20 años se paga de forma proporcional. Su cálculo se basa en el 5 % del promedio de remuneraciones anuales de los últimos cinco años, multiplicado por los años de servicio y corregido por un coeficiente de edad.

Además, existen topes y mínimos: la pensión no puede ser inferior a 30 dólares (o 20 si ya existe pensión del IESS) ni superar el salario básico unificado vigente (470 dólares en 2025).

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