“Solo estaba visitando la tumba de su tío”, repitió con voz temblorosa una pariente de Julio César Vega Santos, de 32 años, quien murió tras ser atacado a tiros dentro del cementerio de la parroquia Buenavista, cantón Pasaje, provincia de El Oro, mientras acompañaba a su familia en la visita del Día de los Difuntos.

(Te invitamos a leer: Día de los Difuntos: Leyendas, recuerdos y tradiciones en los cementerios)

Según testigos, al caer la tarde del domingo 2 de noviembre de 2025, el cementerio estaba lleno de familias, pero alrededor de las 18:35, tres hombres armados irrumpieron en el lugar y abrieron fuego contra Julio y su acompañante. El camposanto se convirtió en una escena de horror. Entre flores y velas encendidas, los visitantes corrieron despavoridos.

Según la Policía, los agresores aprovecharon que el recinto no tiene cerca ni control de acceso en esa zona para ingresar y atacar directamente a Vega.

Testigos contaron que los gatilleros se acercaron y abrieron fuego. Julio Vega recibió tres impactos de bala en la cabeza y cayó junto a una lápida.

Su amigo, identificado como Francisco M., cayó herido a pocos metros y fue trasladado al hospital de Pasaje, donde permanece con pronóstico reservado.

“Fue horrible, todos gritaban y no sabíamos de dónde venían los disparos”, contó una mujer que se encontraba en el sitio junto a sus hijos.

Sin pistas de los atacantes

Agentes de la Policía que daban seguridad en el ingreso principal del camposanto escucharon los disparos y corrieron hacia el interior, pero los atacantes ya habían escapado.

Peritos de Criminalística y agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased) levantaron el cadáver y recogieron indicios.

La Policía informó que revisan cámaras de seguridad en la zona y toman testimonios para identificar a los responsables del ataque que, según presumen, fue dirigido y estaría relacionado a un ajuste de cuentas.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!