Su llanto rompió la madrugada apenas unos minutos después de nacer. Zayn llegó al mundo pequeño, frágil, con un cuerpo que desde el primer día dio señales de que algo no estaba bien. En lugar de ir a casa, fue directo a una cama de hospital.

(Lea también: Víctor, el del “se ha perdido un barrio” de José Delgado, clama atención médica)

Durante semanas no hubo un diagnóstico claro. Le dieron el alta, pero la calma duró poco. Vinieron nuevas crisis, infecciones, dolores que un bebé no sabe explicar. Zayn no podía evacuar de forma normal, pues su intestino estaba bloqueado por una enfermedad congénita poco común: el síndrome de Hirschsprung.

En Ecuador, como en muchos países, no abundan los especialistas ni los recursos para tratarlo. Y el tiempo, en estos casos, no juega a favor.

Como un nudo que aprieta desde dentro, este trastorno altera el movimiento intestinal y puede desencadenar obstrucciones severas, estreñimiento persistente, infecciones graves e incluso un retraso en el crecimiento.

La solución es quirúrgica y compleja: retirar la parte dañada del intestino y permitir que el cuerpo funcione como debería. El procedimiento se conoce como técnica de Soave y puede marcar la diferencia entre una vida limitada por el dolor o una infancia normal.

La emotiva historia de Zayn

Zayn, quien actualmente tiene 11 meses, vive con sus padres y sus dos hermanos mayores en el sur de Quito. Su papá, David Ugalde, trabaja como guardia de seguridad. Y su mamá, Elsa Cañar, dejó su empleo para cuidarlo a tiempo completo. Desde hace meses, su rutina está hecha de hospitales, medicamentos, sondas y noches sin dormir.

Aun así, hablan de su hijo con una serenidad que sorprende. “Verlo sonreír nos da fuerza. Eso nos hace seguir”, expresa su madre.

En el camino apareció una posibilidad. A través del cirujano pediátrico Paúl Astudillo, la familia llegó a la Fundación Metrofraternidad, que asumió más del 60 % del costo de la cirugía dentro de su programa de operaciones solidarias. Pero el monto restante, aproximadamente 3.000 dólares, sigue siendo una barrera.

“Cada aporte suma. Cada donación va sumando para salvar la vida de mi hijo”, dice su padre. La intervención está prevista para los próximos días. Después de esta, Zayn podría dejar atrás los tratamientos diarios para evacuar, el dolor constante y las hospitalizaciones repetidas.

Si desea ayudar al pequeño Zayn a costear el resto de su intervención quirúrgica, puede comunicarse al 098 337 6920.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!