La Policía indaga si los hechos violentos registrados recientemente en Manta, donde han sido asesinados ciudadanos vinculados a actividades pesqueras y navieras, guardan relación entre sí o se tratan de ataques aislados. En al menos dos casos, los atacantes utilizaron el mismo tipo de armamento y sorprendieron a sus víctimas en la vía pública, cuando se movilizaban en vehículos o estaban por abordarlos.

El último ataque dentro de esta posible cadena ocurrió la tarde del lunes 1 de diciembre, cuando fue asesinado el quiteño Cristian Sebastián Román Sánchez, de 41 años. El crimen se registró en el sector de la calle 17 y avenida 40, a pocos metros del hospital Rafael Rodríguez Zambrano. Román Sánchez viajaba como copiloto en un vehículo particular cuando dos sujetos en motocicleta lo interceptaron. El empresario, gerente de una compañía y exbombero de Quito, quedó sin vida dentro del automotor.

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El jefe de Operaciones del Distrito Manta, Diego Bolaños, informó que Román laboraba desde hace pocos días en una empresa relacionada con el sector pesquero. Además, confirmó que en este ataque se emplearon dos tipos de armas, una pistola calibre 9 milímetros y un fusil calibre 5.56, el mismo tipo de armamento que fue utilizado en el asesinato de Diego Javier Reyes Mieles, ocurrido el 28 de noviembre.

¿Conexión o hechos aislados?

Este crimen se suma a la muerte de Jorge Giler Sanz, de 40 años, ocurrida el lunes anterior, quien se dedicaba a la venta de equipos de comunicación para barcos y tenía negocios pesqueros; y al asesinato de Diego Javier Reyes Mieles, de 28 años, ejecutado en la avenida 13, barrio Córdova, cuando salía de un edificio donde funcionan una aseguradora y una agencia naviera donde laboraba. En este último caso, amigos cercanos informaron que Reyes tenía previsto casarse esta semana en Manta, lo que ha generado aún más conmoción en la comunidad.

Las autoridades buscan determinar si estos crímenes, todos relacionados con actividades pesqueras y navieras, y dos de ellos con características similares en el uso de armas y el modo de ataque, forman parte de un mismo patrón criminal o si se trata de hechos aislados.

Hasta la fecha, Manta registra 482 crímenes en lo que va del año 2025, una cifra que refleja la persistente ola de violencia que golpea al distrito Manta–Montecristi–Jaramijó y que mantiene en alerta permanente a la población.

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