“Los 18 años de felicidad que teníamos con Estefanía se terminaron en minutos, por un bus que arrolló al amor de mi vida. La alegría de nuestro hogar y de mis dos hijos se nos fue para siempre”, relató este lunes Orlando López, recostado en una pared de la morgue de Daule mientras intentaba asimilar la repentina muerte de su conviviente, Estefanía Castro Ortiz. 

Ella y su amiga Yessenia Goya García fallecieron la tarde del domingo 16 de noviembre tras un violento accidente de tránsito en la entrada de Limonal, en la vía Santa Lucía–Daule.

Los habitantes de la parroquia Limonal permanecían apostados en la entrada de la localidad para exigir justicia por las dos mujeres, residentes de los recintos Valdivia y El Recreo. Ambas, de 35 y 38 años, cruzaban a pie los cuatro carriles de la vía junto a Darwin Gómez Salazar, cuando fueron arrolladas por un bus interprovincial de la cooperativa Tía, disco 16, que las arrastró unos 10 metros. Las dos mujeres murieron de inmediato; Gómez, pareja de Yessenia, quedó gravemente herido y permanecía internado en el Hospital Vicente Pino Morán.

El bus involucrado quedó abandonado a 30 metros del punto del impacto. La Policía detuvo al conductor, quien cubría la ruta Quevedo–Guayaquil, y hasta el cierre de esta edición continuaba el proceso de formulación de cargos en la Unidad Judicial de Daule.

Ambas fallecidas eran madres de familia

La comunidad aseguró que el peligro en ese tramo no era nuevo. “Desde hace años pedimos un muro rompe velocidades o un semáforo, pero nadie nos escucha. Ya van al menos diez muertos en este sector y ninguna autoridad hace nada”, afirmó Isidro Cedeño, habitante de la parroquia.

Castro Ortiz trabajaba desde hace más de una década en una empresa de café y postres en Guayaquil y regresaba a su domicilio cuando ocurrió el siniestro que deja dos hijas en la orfandad. Yessenia, quien también era madre de dos hijos, volvía con Gómez después de sufragar en el referéndum y consulta popular.

Entre lágrimas, López recordó que la última llamada de Estefanía fue a las 08:00 del domingo. Pedro Goya, padre de Yessenia, también exigió justicia, mientras comerciantes como Irlanda Jurado pedían control permanente para evitar nuevas tragedias.

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