El derrame de diésel que se registró el pasado martes en el sector El 200, de la parroquia Pueblo Nuevo, continúa generando preocupación entre los habitantes rurales del cantón Quinindé. Según las primeras versiones, la fuga se habría originado por una perforación clandestina en la tubería de Petroecuador, presuntamente utilizada para robo de combustible, lo que dejó abierta una válvula y provocó la filtración del hidrocarburo hacia el río Pámbula, uno de los principales afluentes de la zona.

“Fue una gran cantidad de diésel la que se filtró. Hicieron una contingencia en algunos puntos, pero las barreras no fueron suficientes y el combustible pasó”, relató un funcionario local que estuvo presente durante las labores iniciales de emergencia. Las primeras acciones de contención se realizaron en una finca de propiedad del señor Núñez, donde se logró frenar parte del flujo contaminante, aunque el resto continuó su curso río abajo.

El Cuerpo de Bomberos de Quinindé, junto con personal del Patronato Municipal, Gestión de Riesgos y EMAPASOQEP, mantiene un monitoreo permanente en la zona afectada, especialmente en el recinto Santa Elvira, donde el afluente es utilizado por decenas de familias y productores agrícolas. Ante el riesgo sanitario, los bomberos implementaron un operativo de abastecimiento de agua potable para las familias del recinto, mientras se determina el grado de contaminación y los posibles efectos en los cultivos y animales.

“Por seguridad, hemos dotado de agua apta para el consumo humano a los habitantes de Santa Elvira. Este trabajo mancomunado busca proteger la salud de los residentes y garantizar su abastecimiento mientras se restablecen las condiciones normales del río”, informó la institución en un comunicado oficial.

Más de 90 finqueros no pueden acceder a agua limpia 

Las estimaciones de las autoridades locales indican que entre 90 y 100 finqueros se abastecen del agua del río Pámbula para el riego de sus cultivos y la atención de su ganado. “Hay mucha gente que se baña y usa esa agua, pero principalmente los afectados son los finqueros. Es su fuente diaria de trabajo”, explicó un morador de la zona.

Aunque los técnicos de Petroecuador realizaron labores de limpieza y levantamiento del combustible visible, los pobladores aseguran que parte del diésel logró atravesar las barreras y seguir su curso hacia tramos más bajos del río. “Creemos que no ha llegado todavía al río Quinindé porque la corriente estaba bastante baja, pero sigue avanzando”, señaló otro testigo.

Las autoridades municipales han reiterado que continuarán las acciones de monitoreo ambiental y asistencia social a las familias afectadas, mientras Petroecuador ejecuta los protocolos de remediación establecidos para este tipo de emergencias.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!