El ministro del Interior, John Reimberg, indicó en una entrevista a un medio público que existen establecimientos educativos que se han convertido en centros de acopio de drogas.

Esta declaración generó preocupación en los usuarios de redes sociales, donde hubo algunos que confirmaron esta realidad. Por ejemplo, la usuaria @Liloec83 escribió: “Los muchachos son usados para venderles droga a sus otros compañeros”.

Reimberg añadió que durante operativos focalizados que han efectuado en planteles educativos han encontrado mínimas cantidades de droga en las mochilas de los estudiantes. Estas sustancias supuestamente serían comercializadas dentro de las aulas.

En este contexto fue presentado el Plan Nacional de Seguridad Educativa ‘Nos cuidamos’ que permite la actuación de la Policía Nacional en el interior de las escuelas y colegios con el objetivo de proteger a la comunidad escolar.

Durante la inauguración del año lectivo en la Sierra y Amazonía, la ministra de Educación, Alegría Crespo, explicó que los uniformados solo podrán ingresar a las instituciones cuando existan delitos flagrantes, una orden judicial o riesgo inminente.

Según la funcionaria, el último escenario se aplica cuando hay evidencia de armas blancas o de fuego, o también cuando hay presencia de microtráfico de drogas.

Bandas usan a estudiantes

Un servidor público que trabaja en uno de los distritos de educación de la capital le explicó a EXTRA que en algunos planteles educativos tienen identificados a estudiantes que son hijos de personas que presuntamente se dedican al expendio de drogas en el sector en el que viven.

Como estrategia para expandir el negocio, los padres de familia que pertenecen a estas estructuras criminales suelen dar alcaloides a sus representados para que los ofrezcan a sus compañeros y, en un futuro, persuadirlos para que también se dediquen a vender estupefacientes.

El funcionario añadió que la Policía conoce esta realidad, porque cuando han desarticulado una banda delictiva en el sector también han determinado que su forma de operar se extendería hasta los establecimientos educativos de la zona.

Extorsiones en colegios

Incluso se ha indagado que algunas familias, al tener el control de la venta de droga en un colegio, dan el siguiente paso: comenzar a extorsionar. Sus hijos, al parecer, obligan a otros alumnos para que roben celulares en sus aulas. Y si no lo hacen, los amenazan con golpearlos o atentar contra sus familias.

¿Cómo actúan en caso de tráfico de drogas?

El Ministerio de Educación tiene un protocolo para actuar ante la presunción de comercialización de drogas dentro de los colegios.

Lo primero es detectar la venta en flagrancia y remitir el caso al Departamento de Consejería Estudiantil y a las máximas autoridades del plantel. En esta instancia se realiza un informe de los hechos. Posteriormente se le comunica a la familia del estudiante y se lo traslada a la Unidad de Policía Comunitaria del sector.

Finalmente se eleva el caso a la Dirección Distrital y a la Junta Distrital de Resolución de Conflictos, donde se aplican acciones educativas disciplinarias. Sin embargo, el funcionario distrital comentó que muchas veces, el problema se queda dentro del colegio porque existen amenazas a los estudiantes y autoridades que denuncian este tipo de delitos.

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