Daniel Noboa anunció la ampliación del feriado nacional del 9 de Octubre, que este 2025 se vivirá desde el jueves 9 hasta el domingo 12. La medida aplica para el sector público y privado. Generalmente esos días suelen mover la economía con turismo y comercio interno.

(Te puede interesar: Argentina declara terroristas a Los Lobos y Los Choneros)

Pero en Imbabura, la provincia de los lagos y el corazón artesanal del país, el feriado será cualquier cosa menos festivo. Los bloqueos por el paro nacional han convertido el descanso en un golpe más: hoteles sin huéspedes, restaurantes cerrados y familias que no tienen ni para cubrir la nómina.

El turismo perdió la fiesta

“Los hoteles han cancelado todas las reservaciones y muchos negocios no pueden abrir. Las pérdidas en el sector turístico ya superan los 8 millones de dólares”, alertó Danilo Sánchez, presidente de la Cámara de Turismo de Ibarra.

A nivel provincial, las pérdidas bordean los 42 millones. El dirigente recordó que las fiestas locales y eventos como la Cacería del Zorro, que suelen atraer a más de 5.000 visitantes, estaban listos para llenar la provincia. “Ya no creemos que podamos contar con ello”, lamentó.

El comercio agoniza

El turismo y el comercio van de la mano. Mario Montenegro, presidente de la Cámara de Comercio de Ibarra, dijo que “las familias se encuentran en verdaderos dramas porque no hay ventas”.

“Terminamos el mes sin saber cómo pagar nómina, servicios básicos o préstamos”.

El 70 % de la economía de Ibarra depende del comercio, en su mayoría de micro y pequeños negocios. Sin clientes, muchos están al borde del cierre. “Si la gente no puede llegar, no se mueve nada. Ni siquiera un feriado de cuatro días puede servir para reactivar la economía en estas condiciones”, remató.

Las fiestas de Ibarra que se realizan en septiembre tampoco fueron lo mismo. Solo en ese contexto se esperaba una ocupación del 100 % en los hoteles.

Un feriado sin turistas

La paradoja es evidente: mientras el Gobierno busca que el país viaje y consuma, Imbabura está aislada, cuando generalmente registraba una ocupación hotelera del 80 % en feriados largos.

Ni la Plaza de los Ponchos en Otavalo, ni los talleres de cuero en Cotacachi, ni el lago San Pablo esperan visitantes.

La provincia, reconocida como destino turístico internacional, luce como un pueblo fantasma. Mientras tanto, la Conaie y las dirigencias indígenas de la zona han confirmado que el paro continuará hasta que el Gobierno derogue el decreto 126, con el que se eliminó el subsidio al diésel.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete aquí!