La Fiscalía ya puso nombres y rostros a los reos que, según la investigación policial, iniciaron el plan que desató la masacre en la cárcel de Machala, en El Oro. Se trata de cinco integrantes de la facción criminal Los Lobos Sao-Box, quienes la madrugada del lunes 22 de septiembre fingieron la enfermedad de un compañero para tenderle una trampa mortal al guía penitenciario José Gabriel Pacheco Ruiz.

Ellos son Vilmer Ferney Gómez Buitrago, Diego Emiliano Villarreal Gómez (venezolano), Wilson Miguel Ortiz Hinostroza, Víctor Manuel Perea Simisterra y José Miguel Utrera Utrera (venezolano). Los cinco enfrentan cargos por asesinato y amotinamiento.

El señalamiento se sustenta en testimonios y peritajes recogidos en las primeras horas después de la masacre. “Ellos fueron quienes iniciaron el ataque, fingieron la emergencia médica y abrieron fuego contra el guía y contra policías”, precisó un investigador bajo reserva.

El relato policial indica que, pasadas las 02:00, los Sao-Box comenzaron a gritar desesperados que un preso estaba al borde de la muerte por tuberculosis. El guía Pacheco Ruiz, de 35 años, acudió de inmediato para verificar la situación. Apenas abrió la puerta de la celda, recibió varios disparos que acabaron con su vida. Él fue el primero en ser retirado del Centro Forense de Machala y llevado a su natal Catamayo, en Loja.

Miembros de Los Lobos Sao Box están procesados

Los agresores aprovecharon el caos para desarmar a tres policías, secuestrarlos y avanzar hacia el pabellón Zaruma, donde se encontraban sus rivales: Los Lobos Espejos. Pero antes desataron una balacera contra Los Choneros, a quienes querían eliminar para asegurar que no interfirieran en la disputa.

Según la Policía, el plan era ganar supremacía dentro del penal y consolidar el control absoluto. Sin embargo, la resistencia de Los Lobos Espejos cambió el curso de la masacre. Con colchones atrancaron la puerta de su celda y evitaron que sus atacantes entraran. Ninguno de ellos murió, aunque cinco quedaron heridos. “Todos los 15 que murieron son parte de la banda Los Choneros”, dijo un agente policial.

Los cinco procesados fueron aislados en la cárcel, en un intento por evitar nuevos enfrentamientos o represalias. Según fuentes judiciales, su audiencia de formulación de cargos estuvo rodeada de un fuerte operativo policial, con traslado bajo custodia especial y chalecos antibalas.

El fiscal de turno declaró que la acción de los Sao-Box fue un plan calculado. “Hubo premeditación, hubo armas de fuego y armas blancas, hubo explosivos. Su objetivo fue asesinar al guía y atacar a las bandas rivales”, manifestó. La instrucción fiscal se abrió por 30 días.

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