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Ecuador

Niños ahogados en Guamote: 5 medidas urgentes para evitar accidentes en reservorios
Reservorios, habituales en zonas rurales, exponen a mortales riesgos a niños y personas con movilidad reducida, como lo ocurrido en Chimborazo
La comunidad de Pull Chico en el cantón Guamote, provincia de Chimborazo, se encuentra consternada tras la trágica muerte de dos menores de 5 y 6 años, cuyos cuerpos fueron rescatados de un reservorio de agua comunitario en la tarde del jueves 11 de diciembre de 2025.
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Los pequeños fueron encontrados en posición de cúbito dorsal, con prendas húmedas, y aunque la investigación aún continúa, los indicios sugieren que se trató de un caso de sumersión al caer a este depósito de agua sin barreras de protección.
Este lamentable episodio no es aislado en Ecuador. En varias provincias andinas —como Azogues y Tisaleo— casos similares se han reportado, donde niños y niñas han perdido la vida al caer en tanques o reservorios sin medidas de seguridad adecuadas.
¿Qué es un reservorio y por qué existen en zonas rurales?
En términos generales, un reservorio es un depósito o cuerpo de agua creado para almacenar agua, ya sea por construcciones humanas o fenómenos naturales, aunque en el uso cotidiano rural suele referirse a depósitos de riego, almacenamiento comunitario o tanques agrícolas.
Aunque en ingeniería se denomina embalse a grandes estructuras con compuertas o presas, en la práctica rural estos reservorios son a menudo estanques abiertos sin protección física ni señalización especial.

En las zonas rurales de la sierra ecuatoriana, estos reservorios son esenciales para riego agrícola, abasto de agua en temporadas secas o uso comunitario, pero también se convierten en peligros silenciosos cuando no están bien delimitados o protegidos.
Por su profundidad y falta de acceso seguro, pueden representar un riesgo grave, especialmente para quienes no saben nadar, como muchos niños, adultos mayores o personas no habituadas al agua.
Accidentes recurrentes en cuerpos de agua rurales
Los accidentes por inmersión son una de las causas más frecuentes de muertes no intencionales entre niños y adolescentes en zonas rurales, no solo en Ecuador sino a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud, más del 90 % de las muertes por ahogamiento ocurren en cuerpos de agua naturales, tanques, pozos y depósitos sin supervisión, con tasas significativamente mayores en áreas rurales.
En Ecuador, se han documentado casos trágicos en distintos puntos: desde reservorios familiares en Azogues hasta tanques de agua en Tisaleo que terminaron en pérdidas humanas.
Medidas urgentes para evitar más tragedias en reservorios
- Instalar barreras físicas alrededor de reservorios: Colocar cercas, barreras o cubiertas seguras alrededor de los reservorios limita el acceso accidental de menores y personas vulnerables. Esto puede incluir cercos resistentes, tapas de metal o rejillas que soporten peso y impidan caídas involuntarias. En muchos países y recomendaciones internacionales sobre seguridad acuática, la instalación de barreras es la primera línea de prevención eficaz.
- Señalización y delimitación visible del peligro: Colocar señales de advertencia claras (visibles incluso de noche o desde lejos) ayuda a sensibilizar a la comunidad sobre el riesgo que representa el agua expuesta. La señalización es especialmente útil en zonas donde los reservorios están cerca de áreas de juego o tránsito de niños.
- Supervisión activa de niños y educación comunitaria: La presencia adulta responsable es vital: nadie menor debe estar cerca de un reservorio sin supervisión constante. Además, campañas educativas locales sobre los riesgos del agua, la importancia de mantener a los niños lejos de esos espacios sin protección y la promoción de hábitos seguros pueden salvar vidas.
- Promover habilidades de natación y seguridad acuática: Si bien la prevención estructural es crítica, enseñar a los niños habilidades básicas de natación y seguridad en el agua puede disminuir el riesgo de muerte incluso si ocurre una caída accidental. La OMS y la OPS recomiendan programas comunitarios de educación acuática y entrenamiento en rescate seguro y primeros auxilios.
- Implementar prácticas comunitarias de emergencia: Fomentar que miembros de la comunidad aprendan reanimación cardiopulmonar (RCP) y manejo de emergencias puede marcar la diferencia en los momentos críticos mientras llegan los servicios de emergencia, especialmente en zonas rurales donde el tiempo de respuesta puede ser largo.
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