Orlando Valencia Caicedo ya está internado en Solca. Lucha por sobrevivir a un cáncer terminal en el esófago, enfermedad que le fue diagnosticada en el Hospital Teodoro Maldonado, donde, según denunció su esposa, la indiferencia médica casi le cerró el camino a un tratamiento.

Hace apenas una semana, los doctores del Teodoro Maldonado le habrían negado la derivación para recibir atención especializada. “Nos hablaron con un tono de indiferencia e indolencia”, recordó Damiana Aguirre Quiñónez, esposa de Orlando, para Diario EXTRA.

El martes 14 de octubre fue un día que unió la alegría con el dolor. “Fue nuestro matrimonio civil, un sueño que concretamos. Y por obra de Dios, luego recibí la llamada del hospital para informarme que la derivación a Solca ya estaba aprobada. ¡Oh, sorpresa!, justo después de que denuncié en EXTRA”, manifestó Damiana, de 29 años, mientras hacía los trámites para ingresar a su esposo a Solca.

Su voz transmite agotamiento, pero también rabia. “No puede ser que jueguen así con las personas. Tenemos que alzar la voz a través de los medios de comunicación para que los enfermos sean atendidos. ¿Cuántas personas más estarán pasando por lo mismo?”.

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Lo que más le duele, dijo, es descubrir que durante dos meses los médicos aseguraron que el cáncer estaba en el estómago, cuando en los documentos entregados para Solca consta que está en el esófago. “Hubo negligencia. Me hicieron perder tiempo, porque durante dos meses rogué por la derivación y nadie fue sincero sobre la ubicación real del cáncer”.

Pese a esto, agradeció a EXTRA, ya que por nuestra publicación del drama de Orlando el sábado 11 de octubre, recibió el llamado de Solca y de lectores que lo ayudaron.

La indignación se mezcla con el recuerdo de una escena difícil de olvidar. “Un doctor del Teodoro, con tono desagradable, me dijo que me lo lleve a la casa para que muera, o que si tenía dinero lo lleve a Solca, porque ahí no podían hacer nada. Dizque lo operaron, pero solo lo abrieron y lo mandaron a casa sin dieta ni medicinas. Perdió dos meses valiosos en los que pudo tratarse para que la enfermedad no avance más”, lamentó.

Damiana siente que su historia refleja el abandono que viven muchos afiliados al IESS. “Estos son los maltratos que recibe un asegurado. Lo menos que puede hacer el Gobierno es investigar. Así como dice que evaluará a los servidores públicos, debería evaluar el trabajo de esos médicos que se equivocaron en el diagnóstico”, expresó con indignación.

Camino a Solca

La mañana de este miércoles 15, EXTRA acompañó a Damiana desde Solca hasta su casa para ver a Orlando y luego regresar con él a la institución oncológica, ubicada en La Atarazana, norte porteño.

Orlando, de 33 años, trabaja desde hace ocho como camillero en el Hospital Universitario, pero en la actualidad es él quien ocupa una camilla.

“Gracias a EXTRA por su apoyo”, expresó Damiana con gratitud. “Después de la publicación, personas del extranjero que vieron nuestra historia en el Diario y las redes sociales me llamaron y me enviaron mensajes, pasajes bíblicos que me dieron fuerzas y también dinero para nuestras necesidades. Nos devolvieron la fe para seguir luchando por nuestras hijas, una de ocho años y otra de apenas tres meses de nacida”, reveló emocionada.

En los pasillos de Solca, Damiana sostiene la mano de su esposo y ora en silencio. Sabe que la enfermedad avanza, pero también que la esperanza -como el amor- resiste incluso frente a la indiferencia.

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