Un gran despliegue militar llamó la atención la mañana de este miércoles en la cárcel El Rodeo, en Portoviejo, provincia de Manabí. Familiares de los privados de libertad se acercaron al sitio creyendo que se trataba de algún problema interno; sin embargo, no fue así.

Se trataba de una operación CAMEX (Control de Armas, Municiones y Explosivos) ejecutada por la Brigada de Caballería Mecanizada N.º 3 “Manabí” en el Centro de Privación de Libertad ubicado en el sitio El Rodeo. El procedimiento se llevó a cabo como parte de las acciones preventivas que mantienen las Fuerzas Armadas dentro del marco del conflicto armado interno decretado por el Gobierno Nacional.

Según un vocero militar que lideró la intervención, los registros se realizaron en los pabellones de máxima y mediana seguridad con el objetivo de decomisar objetos prohibidos que pudieran estar dentro de las celdas o camuflados entre los enseres personales de los internos.

“Como es habitual y en cumplimiento de la misión encomendada por el Estado, realizamos estos trabajos planificados para generar tranquilidad dentro del recinto penitenciario y asegurar la vida de quienes están recluidos aquí”, señaló el uniformado.

Hallazgos y desarrollo del operativo

El vocero detalló que durante los registros se hallaron teléfonos celulares, sustancias ilícitas y otros artículos no autorizados. Recalcó además que la operación continuaría a lo largo de la mañana de este miércoles 12 de noviembre para cubrir la totalidad de los pabellones.

“Por temas de seguridad no podemos confirmar con cuánto personal intervenimos, pero contamos con el recurso y soporte suficiente para operar. Todo este trabajo que venimos desarrollando desde que se declaró el conflicto armado interno nos ha permitido que esta cárcel no registre amotinamientos ni problemas internos”, añadió.

La operación contó con la presencia de representantes de la Fiscalía General del Estado, efectivos de la Policía Nacional y agentes de seguridad penitenciaria, quienes brindaron apoyo en las inspecciones.

En los exteriores del centro carcelario se registró la presencia de familiares de los reclusos, quienes llegaron para conocer detalles del operativo militar. No obstante, el procedimiento se desarrolló sin incidentes ni actos de violencia.

“Uno se preocupa cuando ve tanto movimiento, gracias a Dios no ha sido nada malo. Lo que sí se pide es mejorar el tema de alimentación e hidratación”, expresó la madre de un privado de libertad del pabellón de mínima seguridad.

Finalmente, se confirmó que desde esta cárcel un total de once reclusos fueron trasladados en días anteriores hacia el Centro de Rehabilitación Social de El Encuentro, en la provincia de Santa Elena, como parte de las medidas de control penitenciario que se mantienen a nivel nacional.

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