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Ecuador

Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados al recientemente inaugurado Centro Forense de PortoviejoCORTESÍA

Portoviejo: sicarios apagan dos vidas y siembran terror en la capital manabita

En menos de 12 horas los ataques al estilo sicariato dejaron dos víctimas en las parroquias Colón y Calderón, de Portoviejo.

En menos de 12 horas, dos personas fueron asesinadas al puro estilo sicariato en distintos sectores de la capital de los manabitas. El último de los crímenes ocurrió la mañana de este martes, cuando un hombre fue abatido a balazos en una parada de bus.

José Briones Cedeño, de aproximadamente 45 años, fue identificado como la víctima del ataque perpetrado en la entrada del sitio Miguelillo, en la vía Portoviejo–San Plácido. Según testigos, el ciudadano había salido desde su vivienda en el sitio Chirimoya para dejar a un familiar en la parada del bus en el sector Cascabel. En ese momento fue sorprendido por sujetos armados que le dispararon en repetidas ocasiones, acabando con su vida en el acto.

Agentes policiales y militares acudieron al sitio para realizar el procedimiento legal y recoger los indicios que permitan dar con los responsables. El cuerpo fue trasladado al Centro Forense de Portoviejo.

Otro crimen la noche anterior

La noche del lunes también se registró otro hecho violento en el sector La Mocora, de la parroquia Colón. En ese lugar fue asesinado un hombre conocido como el Gato Zambrano.

De acuerdo con información preliminar, la víctima fue atacada a tiros por desconocidos y, aunque fue trasladada a una casa de salud con la esperanza de salvarle la vida, los médicos confirmaron su fallecimiento minutos después.

Portoviejo bajo fuego

Con estos hechos, Portoviejo acumula 256 muertes violentas en lo que va del año, consolidándose como el segundo distrito más conflictivo de Manabí, una provincia que registra 948 homicidios hasta la fecha. El distrito Manta lidera la lista con 405 crímenes, reflejando la grave crisis de seguridad que azota al territorio manabita.

La violencia sacudió a la parroquia Calderón, en la zona rural de PortoviejoCORTESÍA

La ola de violencia mantiene en zozobra a la población y vuelve a poner en evidencia el desafío que enfrentan las autoridades para contener el accionar de los grupos delictivos que operan en la provincia.

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