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Ecuador

El asesinato de Yandry Alexis Altafuya Obando, de 27 años, ocurrió dentro de una de las garitas de la Universidad Luis Vargas Torres.Cortesía

¿Quién era el guardia asesinado en la Universidad Luis Vargas Torres?

El guardia asesinado en la Universidad Luis Vargas Torres era hermano de un presunto integrante de Los Tiguerones. Indagan posible ajuste de cuentas

Esta semana la violencia volvió a irrumpir en el campus de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas. Eran las 19:13 del pasado lunes 20 de octubre cuando el sonido de varios disparos quebró la rutina en el ingreso principal del recinto, ubicado en el sector Nuevos Horizontes

Minutos después, el cuerpo de Yandry Alexis Altafuya Obando, de 27 años, yacía sin vida dentro de la garita donde cumplía su turno como guardia de seguridad. Lo hallaron con un impacto de bala en la cabeza, en posición cúbito ventral, y sin posibilidad de auxilio.

La víctima no tenía antecedentes penales, pero sí un lazo familiar que ahora marca el rumbo de las investigaciones: era hermano de Edwin Bryan Reyes Obando, conocido como 'Lala 06', identificado por la Policía como integrante del grupo de delincuencia organizada transnacional “Tiguerones”

Esa conexión, confirmada por fuentes policiales, abre la principal hipótesis sobre el crimen: un ajuste de cuentas derivado de disputas internas entre bandas que operan en Esmeraldas.

Así fue el ataque sicarial

Los testigos relataron que dos hombres a bordo de un automóvil color plomo llegaron hasta la garita y dispararon varias veces antes de huir con rumbo desconocido. Ninguna cámara de seguridad registró el ataque. 

Las que se encontraban instaladas en el acceso a la universidad estaban fuera de servicio, una falla que ya había sido reportada semanas atrás y que hoy se convierte en un obstáculo clave para los investigadores

La escena fue acordonada y el cuerpo trasladado al Centro Forense de Esmeraldas, mientras agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (DINASED) y de Criminalística recolectaban indicios balísticos en el sitio.

La víctima se encontraba dentro de la garita cuando sujetos armados lo sorprendieron y acabaron con su vida.Cortesía

Una universidad con historial de violencia

Este nuevo hecho violento revive una historia que la universidad ha intentado dejar atrás, pero que se resiste a desaparecer. En marzo de 2022, un guardaespaldas del rector resultó herido en un tiroteo dentro del campus; reportes locales señalaron que el ataque fue perpetrado por al menos cuatro sujetos y que la agresión generó alarma entre la comunidad universitaria.

Al año siguiente, en enero de 2023, el decano de la Facultad de Ciencias Administrativas, Nelson Castillo, fue acribillado junto a otro docente cuando salían del recinto. Ambos ataques conmocionaron a la comunidad universitaria y evidenciaron la fragilidad de la seguridad en la institución. En el caso del decano, tres implicados fueron posteriormente condenados por la justicia, pero las heridas que dejaron aquellos crímenes aún no cicatrizan.

Aumento de inseguridad en Esmeraldas

El asesinato de Yandry Altafuya ocurre en un contexto en el que Esmeraldas atraviesa una escalada de violencia marcada por la expansión del crimen organizado y los enfrentamientos entre grupos delictivos por el control territorial. 

Para la Policía, no es casualidad que este nuevo ataque haya ocurrido en un sitio donde ya hubo antecedentes similares. Las investigaciones apuntan a que se trata de un hecho selectivo, planificado con precisión, en el que los asesinos sabían a quién buscaban y cómo actuar para no ser captados.

En los alrededores de la universidad, los estudiantes y trabajadores aún hablan en voz baja sobre lo ocurrido. Muchos expresan temor de volver a clases presenciales y otros recuerdan que la institución ya había solicitado reforzar la vigilancia en sus accesos. “Esto no puede ser normal, matan a alguien en la entrada y seguimos como si nada”, lamentó una alumna.

Hasta el cierre de esta edición, las autoridades no habían reportado detenciones, aunque se han difundido las características del vehículo usado por los agresores a través del ECU-911. El caso está en manos de la Fiscalía y de la DINASED, que buscan determinar si el asesinato fue una represalia vinculada a las actividades criminales del hermano del guardia o un mensaje de advertencia en medio de la pugna entre los Tiguerones y otras organizaciones rivales.

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