Dos hombres fueron encontrados muertos en el sector Las Malvinas, a un costado de la avenida García Moreno, en el cantón Bucay, provincia del Guayas. Los cuerpos estaban tendidos sobre la maleza, maniatados con cinta plástica y envueltos parcialmente en sábanas.

Moradores de la zona alertaron a la Policía Nacional, y al llegar al lugar los uniformados verificaron que ambos presentaban heridas compatibles con impactos de proyectil de arma de fuego y hematomas en el rostro. Las primeras diligencias sugirieron que las víctimas no fueron asesinadas en el sitio, sino trasladadas y abandonadas allí, debido a la ausencia de indicios balísticos en el área. El hecho habría ocurrido la tarde del 5 de septiembre de 2025.

Identificación de las víctimas de Bucay

Uno de los fallecidos fue reconocido como Wilson Rodrigo Guamán Guamán, de 22 años. Su hermana relató que el joven trabajaba en una empresa avícola y que lo vio por última vez el 2 de septiembre, cuando salió tras recibir una llamada telefónica. Desde entonces no se tuvo noticias de él hasta la confirmación de su muerte.

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El segundo cuerpo correspondía a Darlin Raúl Pinto Ruilova, de 21 años, estudiante. Según su abuela, ese día había pedido prestados un machete y unas botas para labores en el campo, pero tras recibir varias llamadas salió de casa y no regresó. Ambos jóvenes no registraban antecedentes judiciales ni detenciones previas, de acuerdo con los reportes policiales.

Panfletos con amenazas como advertencia

Durante la inspección de la escena, agentes de Criminalística hallaron dos panfletos colocados sobre los cuerpos. En ellos se prohibía explícitamente robar y extorsionar en Bucay, Cumandá y sus alrededores, y se advertía que “a todo el que copie borroso le va a pasar lo mismo”. Otro mensaje mencionaba directamente a un hombre identificado como “Brando”, con amenazas contra su vida.

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Los investigadores presumen que las víctimas fueron atacadas como parte de una advertencia de tipo criminal, relacionada con disputas por extorsiones y otros delitos en la zona.

Procedimiento policial

El lugar fue aislado y se coordinó con Fiscalía, la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) y Criminalística para el levantamiento de evidencias. Se realizaron registros fotográficos, planimétricos y el embalaje de los indicios, incluyendo las sábanas y los panfletos.

Los cuerpos fueron trasladados a un centro forense, donde se practicaron las autopsias de ley para establecer con exactitud las causas de la muerte. La fiscal de turno dispuso además el inicio de las acciones investigativas en flagrancia para dar con los responsables.

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