Velocidad e imprudencia disparan muertes por accidentes de tránsito en Tungurahua

Las muertes por accidentes de tránsito en Tungurahua mantienen encendidas las alertas de autoridades y ciudadanía. En lo que va del 2025, al menos 130 personas han perdido la vida en siniestros viales, una cifra que supera ampliamente las 84 muertes registradas durante todo el 2024 y que confirma un escenario crítico en las carreteras y calles de la provincia.

Los hechos recientes reflejan la gravedad del problema. La tarde del lunes 22 de diciembre, un padre y su hijo fallecieron en el sector de Huachi La Libertad, al sur de Ambato, luego de que la motocicleta en la que se movilizaban se impactara contra un bus urbano. Días antes, el sábado 20, un hombre de 58 años perdió la vida tras ser atropellado en el sector de Unamuncho, al norte de la ciudad.

Para Alex Martínez, perito de la Jefatura de Accidentología Vial de Tungurahua, el incremento de víctimas mortales es preocupante. “Las cifras nos obligan a reforzar controles y campañas de prevención. Aunque cada siniestro se investiga de manera individual, hay factores que se repiten”, explicó.

Entre las causas más frecuentes figuran el exceso de velocidad, la imprudencia al conducir, el irrespeto a las señales de tránsito, la conducción bajo los efectos del alcohol y la falta de uso de dispositivos de seguridad como cascos y cinturones. A estos factores se suman problemas como la escasa iluminación y la alta carga vehicular en ciertos tramos.

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El Paso Lateral, uno de los puntos más críticos

Uno de los sectores con mayor incidencia de accidentes es el Paso Lateral de Ambato. La noche del jueves 18, tres jóvenes universitarios perdieron la vida tras el estrellamiento y posterior volcamiento del vehículo en el que se movilizaban. Sus cuerpos fueron trasladados a Pelileo, Salcedo y Latacunga, generando conmoción en varios cantones.

Moradores del sector aseguran que el peligro es constante. “Los carros pasan a gran velocidad, especialmente en la noche. Vivimos con miedo”, señaló María García, vecina del lugar. Otros habitantes coinciden en que hacen falta más controles, señalización y conciencia ciudadana.

Mientras las cifras continúan en ascenso, las autoridades reiteran el llamado a la corresponsabilidad. Para los expertos, reducir las muertes en las vías no depende solo de sanciones, sino de un cambio en la conducta de conductores y peatones. En Tungurahua, el desafío sigue siendo urgente: evitar que más familias se sumen al luto que dejan los accidentes de tránsito.