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Gladis Punina (acostada) está bajo el cuidado de su mamá María, quien también cuida a sus dos nietos. Es una de las heridas del accidente en la ruta Ambato-Simiatug el 16 de noviembre del 2025.Yadira Illescas

La tragedia de Simiatug: heridos sanan con fe, hierbas y ayuda solidaria

La tragedia en Simiatug el 16 de noviembre dejó a 22 víctimas mortales y a más de 40 heridos. Hay quienes siguen en hospitales y otros en casa. 

El dolor no se fue con los entierros. Tampoco se disipó cuando los rezos se apagaron en los cementerios de Ambato (Tungurahua) y Simiatug (Bolívar).

Aquí, en una de las parroquias más pobladas de Bolívar, con cerca de 13 mil habitantes, la tragedia sigue respirando en los cuerpos que no sanan y en las familias que aún no logran cerrar el duelo. Diciembre llegó distinto: sin alegría, sin luces, con heridas abiertas.

El mediodía del 16 de noviembre, un bus de la cooperativa Ambateñita perdió pista en la vía Ambato–Simiatug, se volcó y cayó por una pendiente de 150 metros, en el sector de La Gerrana.

El informe preliminar del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) reveló que la unidad transportaba más de 70 pasajeros, pese a tener capacidad para 45.

El resultado fue devastador: 22 personas fallecidas y 52 heridas, atendidas en casas de salud de Ambato, Guaranda, Simiatug y Salinas. La peor tragedia vial registrada en décadas en la Zona Centro.

El bus de la Cooperativa Ambateñita iba con exceso de pasajeros, según resultados de los peritos de tránsito.Yadira Illescas

Sanar con lo que da la tierra

Luego de los sepelios, la comunidad no volvió de inmediato a sus actividades. Hubo cinco días adicionales de duelo colectivo. “Aquí siempre hubo accidentes, pero nunca así, nunca 22 muertos”, repite Francisco Yanchiliquín, de 62 años, como quien aún busca una explicación.

En el sector Guanguliquín, en una casa enclavada en la montaña, María Punina cuida a su hija Gladys Punina, de 24 años. Gladys sobrevivió al accidente, pero quedó con golpes severos en la cabeza y problemas en la vista. Necesita una nueva tomografía, pero el examen cuesta 150 dólares, un monto imposible para la familia.

Gladys estuvo hospitalizada en Ambato, pero —según su madre— varios medicamentos y radiografías debieron pagarse fuera porque no había insumos. Solo en exámenes gastaron 180 dólares, sin contar las medicinas compradas durante los tres días de internamiento. El dinero les llegó de las donaciones de ciudadanos que recoge el párroco Jaime Pastuña y distribuye a los afectados de la tragedia.

Viuda desde hace un año, Gladys quedó a cargo de dos hijas, de 9 y 3 años, y hoy depende completamente de su madre. Ante la falta de recursos y también por creencias de antaño, María recurrió a la medicina ancestral, aprendida de sus abuelas, para que su hija se sane.

Llantén, chilca, matico, hojas de monchis y otras hierbas del páramo sirven para preparar baños tibios que aplica hasta tres veces por semana, para aliviar dolores, mejorar la circulación y evitar coágulos. “Es lo único que tenemos”, dice, mientras observa a su hija en la cama. Quienes deseen ayudarlas pueden comunicarse  con María Punina  al 0968498146

María Punina recoge las hierbas del campo para hacerle baños y compresas a su hija Gladis.Yadira Illescas

El pesar de la falta de dinero

María recuerda que el día del accidente estaba en la plaza cuando escuchó que un bus se había volcado. Corrió a poner recarga a su teléfono y llamó a Gladys. No respondió. Pensó que la había perdido.

Desesperada, se dirigió al sector de La Gerrana, hasta que su yerno la encontró y juntos lograron rescatarla y trasladarla al Hospital de Ambato donde estuvo tres días y la enviaron a casa.

Hoy, el acceso a la vivienda es otro problema. Desde el centro de Simiatug hay 20 minutos en vehículo, luego una caminata cuesta abajo de diez minutos. Para Gladys, movilizarse así es casi imposible. “Aunque sea pidiendo caridad, ayudaré a mi hija hasta que se sane”, afirma María, quien además perdió a su sobrina Fanny Sigcha, de la comunidad Santa Teresa, una de las víctimas mortales que dejó niños en la orfandad.

En Pampa Loma, a pocos minutos de Guanguliquín, Juana Yanchiliquín continúa su proceso de recuperación. Sus familiares confirman que el párroco Jaime Pastuña ha llegado con ayuda, al igual que a otras familias afectadas del dinero que recolectan mediante donaciones.

El sacerdote Jaime Pastuña explica que, junto a autoridades locales, formaron comisiones para canalizar la ayuda según la necesidad de cada familia, con apoyo que llegó desde distintas partes del Ecuador y del mundo.

Recordarán a las víctimas

El jefe subzonal de Accidentología Vial, Daniel Morales, señaló que la sobrecarga alteró el centro de gravedad del bus y alertó sobre la falta de una verdadera cultura de seguridad vial. La representante legal de la cooperativa, Cristina Sánchez, aseguró que la unidad tenía documentos y seguros en regla y que esperan los resultados oficiales de la investigación.

Como parte del proceso de duelo, la comunidad prepara actos religiosos. El sábado 20 de diciembre, a las 15:00, se celebrará una misa en memoria de las víctimas en el sector de La Gerrana, donde cayó el bus. El domingo 21, a las 16:00, otra eucaristía se realizará en Santa Rosa en Ambato.

Este diciembre no será igual en Simiatug. Aunque la comunidad intenta alistarse para la tradicional fiesta de Reyes, el dolor sigue presente. La tragedia sigue viva en cada herido que se cura con fe y hierbas, y en cada familia que aún no puede despedirse del todo.

Las víctimas mortales serán recordadas este sábado 20 en el sector La Gerrana desde las 15:00.YADIRA ILLESCAS

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