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Ecuador

Los ocho féretros en la Basílica de Santa Rosa antes del último adiós.Yadira Illescas

Tragedia en Simiatug: así despidieron a las 22 víctimas del accidente

En Ambato despidieron a nueve de las 22 víctimas del accidente ocurrido en la ruta Ambato–Simiatug.

Las iglesias de Santa Rosa y Huachi Grande, en el sur de Ambato, se quedaron pequeñas ante la multitud que llegó a despedir a nueve de las 22 víctimas mortales del accidente de La Gerrana, ocurrido el 16 de noviembre en la ruta Ambato–Simiatug.

Fue un adiós marcado por el silencio y los abrazos. Bajo el sol de noviembre, los féretros avanzaron lentamente hacia las capillas. En Huachi Grande, a las 11:00, inició la misa de despedida de Norma Tixilema, madre y esposa que deja un hogar fracturado. Su familia la acompañó entre flores y oraciones que buscaban consolar lo inconsolable.

Ocho historias que también parten

Al mediodía, la Basílica de Santa Rosa recibió a los otros ocho fallecidos: Ángel Ayme, Carmen Chimborazo, Crimalesa Tibanlombo, Jair Ramos, Gilbert Ayme y Rocío Poaquiza, entre otros nombres que hoy quedan tatuados en la memoria de Ambato y Guaranda.

Los sacerdotes Bernardino Núñez y Rodrigo Chicaiza pidieron por sus almas y recordaron que la mejor forma de honrar a quienes se van es mantener viva su historia.

Afuera, decenas de personas hacían fila para despedirse. Algunos rezaban en voz baja; otros simplemente dejaban caer las lágrimas que contenían desde el día del accidente.

En Huachi Grande, Norma Tixilema fue despedida por su comunidad.Yadira Illescas

Familias rotas, pueblo unido

Después de las eucaristías, Norma fue llevada al cementerio de Huachi Grande y los ocho fallecidos de Santa Rosa fueron acompañados hasta su última morada en la misma parroquia.

Entre los presentes estaba Joselyn Poaquiza, estudiante que sobrevivió al siniestro. Perdió a su madre y su padre continúa en cuidados intensivos. Sus compañeras la rodearon con fuerza, caminando junto a ella en un dolor que no necesita palabras

Mientras tanto, en Simiatug, una misa campal reunió a familiares y vecinos de las otras 13 víctimas mortales. Nunca la parroquia se había enfrentado a una tragedia así. Tras el accidente, el Concejo de Guaranda decretó tres días de luto: 17, 18 y 19 de noviembre.

En ese rincón de Bolívar, la tristeza también se hizo multitud. Mientras tanto, en los hospitales aún hay más de 45 personas luchando por sus vidas.

En Santa Rosa, decenas de personas acompañaron a las familias en su dolor.Yadira Illescas

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