El domingo 16 de noviembre de 2025 se vivió una tragedia en la parroquia Simiatug, en Guaranda (provincia de Bolívar): un autobús cayó en un abismo en el sector conocido como La Gerrana.

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El saldo fue devastador: 22 personas fallecidas y decenas de heridos. En respuesta, el Concejo cantonal declaró tres días de duelo (17, 18 y 19 de noviembre), mientras que el Hospital General Docente de Ambato, en Tungurahua, atendió a 68 heridos, muchos en estado grave. Más de 60 profesionales de la salud trabajaron sin descanso en las primeras horas para estabilizar a los afectados.

Este suceso pone de relieve un problema estructural: algunas rutas de Ecuador representan un peligro constante para los pasajeros, especialmente en transporte interprovincial. A continuación, exploramos algunas de las más riesgosas.

¿Por qué algunas rutas en Ecuador son tan peligrosas?

1. Topografía compleja: Muchas vías cruzan zonas montañosas, con curvas pronunciadas, pendientes pronunciadas y escasa señalización. Según un informe de seguridad vial, las carreteras de montaña en Ecuador suelen carecer de barandas de protección, lo que incrementa enormemente el riesgo.
2. Condiciones climáticas: Las lluvias frecuentes, la niebla, los desprendimientos y derrumbes son comunes en ciertas épocas del año. Por ejemplo, la vía Loja – Zamora, que conecta la sierra con la Amazonía, se ve afectada por deslizamientos.
3. Infraestructura deteriorada: No todas las rutas cuentan con mantenimiento constante. Algunas se construyeron sin todas las medidas de seguridad que hoy serían imprescindibles, y eso se ve especialmente en caminos rurales o poco transitados.
4. Delincuencia en las carreteras: Algunas de las vías más peligrosas no solo lo son por accidentes, sino también por la inseguridad: asaltos, secuestros y robos son frecuentes en segmentos estratégicos. La Federación Nacional de Transporte Pesado (Fenatrape) ha identificado varias rutas “críticas” por este riesgo.

Algunas de las rutas más peligrosas de Ecuador

• Pifo-Papallacta: Aquí tuvo lugar un accidente muy grave en 2018, cuando un autobús cayó por una curva conocida como “la curva de la muerte”. Esta vía de montaña es especialmente complicada por su trazado, su altitud y las condiciones de visibilidad.
• Cuenca – Molleturo – El Empalme: Es una vía que conecta la sierra con la costa. Se reportan frecuentes deslizamientos y derrumbes, lo que la hace especialmente peligrosa para buses, especialmente en temporada de lluvia.
• Loja – Zamora: Esta carretera amazónica es riesgosa por sus pendientes, precipicios y fuertes lluvias que provocan deslizamientos.
• Vía Guayaquil – Machala: Según reportes recientes, es una de las más peligrosas no tanto por la orografía, sino por la delincuencia: atracos a buses son frecuentes. En tramos como Río Bonito-San Carlos y Ponce Enríquez–Tenguel operan bandas que, según testimonios, han abordado vehículos usando armas.
• Quilotoa Loop / Latacunga – Sigchos (aunque más turístico): Si bien no siempre es reportada como “ruta altamente delictiva”, algunos viajeros cuentan que las carreteras pueden ser estrechas, y hay robos de pertenencias en buses locales.

El trágico accidente en Simiatug no es un hecho aislado en el contexto de las carreteras de Ecuador. Si bien muchas rutas son bellas y ofrecen paisajes impresionantes, también pueden ser peligrosas, por su topografía, por las condiciones climáticas y, en algunos casos, por la delincuencia.

Es urgente que se tomen medidas para mejorar la seguridad vial, tanto a nivel de infraestructura como de regulación del transporte interprovincial. La vida de decenas de personas depende no solo de cómo conduzcan los choferes, sino también de cuán preparados estén los sistemas para prevenir y responder ante emergencias.

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