La música soul despide a uno de sus grandes innovadores. D’Angelo, voz clave del R&B de las últimas décadas, falleció este martes 14 de octubre a los 51 años, según confirmó su familia a través de un comunicado. El artista estadounidense enfrentaba un cáncer que mantuvo en reserva durante varios años.

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“La brillante estrella de nuestra familia ha atenuado su luz para nosotros en esta vida… Después de una prolongada y valiente batalla contra el cáncer, estamos desconsolados al anunciar que Michael D’Angelo Archer, conocido por sus fanáticos en todo el mundo como D’Angelo, ha sido llamado a casa y deja esta vida hoy, 14 de octubre de 2025”, expresó el documento difundido por la revista Variety.

La familia agradeció las muestras de cariño y pidió respeto a su privacidad. El músico deja tres hijos; uno de ellos nació de su relación con Angie Stone, quien murió en marzo de 2025.

El músico que transformó el R&B

Detrás del nombre D’Angelo estaba Michael Eugene Archer, un joven músico que en 1995 sacudió la escena con Brown Sugar. Aquella fusión de funk, hip-hop y soul tradicional reavivó el espíritu del género y marcó el camino para artistas como Erykah Badu, Lauryn Hill y Common.

El éxito mundial llegó en 2000 con Voodoo, álbum que lo consolidó como ícono cultural. De ese trabajo nació Untitled (How Does It Feel), una balada sensual que alcanzó el número uno en las listas y lo convirtió en símbolo del neo-soul. El video de la canción, en el que aparecía casi desnudo frente a la cámara, lo catapultó al estrellato, aunque también lo llevó a retirarse temporalmente del ojo público.

Un artista entre la genialidad y el silencio

El impacto de la fama afectó profundamente a D’Angelo. Tras el éxito de Voodoo, se apartó de los escenarios y enfrentó problemas de depresión y adicciones. Su exmánager, Dominique Trenier, explicó en una entrevista con la revista Spin en 2008 que el artista no soportaba haber sido reducido a un símbolo sexual. “Me alegra que el video haya logrado lo que logró”, dijo, “pero ambos estábamos decepcionados porque, hasta el día de hoy, en la memoria del público en general, él es el tipo desnudo”.

En 2014, D’Angelo regresó con Black Messiah, un disco político, espiritual y profundamente emocional que reafirmó su talento como compositor y productor. Aquel trabajo fue aclamado por la crítica y le valió nuevos premios Grammy, confirmando su vigencia y su compromiso artístico.

Un legado imborrable

D’Angelo acumuló cuatro premios Grammy y colaboró con figuras como Jay-Z, Snoop Dogg y Q-Tip. Sus canciones Lady, Brown Sugar, Untitled y Really Love definieron el sonido de una era y establecieron un puente entre la tradición del soul y la modernidad del R&B.

En vida, el músico rechazó etiquetas como “neo-soul”. En una entrevista de 2014 con Red Bull Music Academy lo dejó claro: “Nunca dije que hago neo-soul. Cuando empecé, siempre decía: ‘Hago música negra. Hago música negra’”. Esa declaración resume su visión artística y su lugar en la historia de la música contemporánea.

D’Angelo deja una obra breve, pero esencial, marcada por su profundidad emocional, su mística y su inconfundible voz. Su muerte cierra una era, pero su legado seguirá latiendo en el alma del soul moderno.

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