A sus 22 años, Frida Contreras ya ha recorrido un camino sólido en el mundo artístico. Esta joven guayaquileña inició a los 14 en la televisión nacional y, desde entonces, ha sabido construir una presencia destacada como actriz, influencer, creadora de contenido y modelo. Hoy busca expandir su carrera en México, apostando por la internacionalización.

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En esta entrevista con EXTRA, Frida habla sobre sus inicios, el crecimiento del mundo digital, sus aspiraciones y la valoración hacia los creadores de contenido en Ecuador.

Ingresaste al mundo de las redes sociales desde muy joven. ¿Cómo empezó todo?

Desde los 14 años, cuando entré a un reality de TC. Ya había exposición en redes sociales, especialmente en Instagram, y empecé a crecer bastante. A partir de eso, comencé a crear contenido por mi cuenta: sketches, videos... poco a poco fui encontrando mi estilo.

¿Cuál de tus facetas artísticas disfrutas más?

Creo que actuar. Me gusta mucho el teatro, y últimamente me he conectado aún más con él.

Casi que comenzaste al mismo tiempo que despegaban las redes sociales en Ecuador. ¿Cómo has visto ese crecimiento?

Ha evolucionado bastante. Ahora, incluso quienes no estudian marketing o publicidad, se preparan para comunicar mejor y ofrecer sus servicios como influencers. Todo se ha vuelto más profesional, la gente lo toma en serio.

¿Has estudiado actuación formalmente?

Desde los ocho años he tomado cursos, aunque la mayoría han sido talleres. Actualmente estudio la carrera de Marketing y Comunicación en la universidad.

Acabas de regresar de México. ¿Qué estuviste haciendo allá?

Cada vez que voy, es por actuación. Me gusta tomar clases porque en cada país se enseñan técnicas diferentes. El año pasado estuve en Argentina, donde se enfocan más en el teatro tradicional. En cambio, en México hay un enfoque más comercial.

También fui por castings. Allá el movimiento en redes sociales es fuerte. Me gustaría vivir allí en algún momento y conectar con el público mexicano, tanto como actriz como influencer.

Con solo 22 años ya estás tocando puertas en otro país....

La clave es moverse, siempre moverse. Y tratar de no autosabotearse. Hay una frase de Mark Randolph que me marcó: “El mundo es de los que juegan”. No hay un “no” que no sea el adecuado para ti. No hay que tenerle miedo al rechazo.

¿Ha sido fácil colaborar con otros creadores de contenido o has encontrado obstáculos?

No mucho. Como hago redes sociales desde 2017, conozco a la mayoría. Eso me ha permitido generar conexiones. Incluso si no hemos grabado juntos, sé que hay personas con las que podría trabajar en algún momento. Me enfoco en mantener relaciones laborales tranquilas. Además, hay marcas que me conocen desde mis inicios y confían en mí. Gracias a eso, hoy puedo pagar la universidad. Estoy muy agradecida.

¿Crees que en Ecuador se respeta y valora a los influencers?

Sí, aunque como en todas partes, existen comentarios tipo: “Si no lo conozco, ¿quién es?”. Pero eso pasa en cualquier industria artística. Al final, lo que consumes es lo que te llega. Si no conoces a alguien, probablemente no consumes su contenido, pero eso no significa que no tenga valor.

Sueles estar presente en varias alfombras rojas del país. ¿Crees que hacen falta premiaciones para actores y producciones ecuatorianas?

Totalmente. Una premiación ayudaría a que reconozcamos el movimiento artístico local. Así como en los Oscars todos ven las películas antes de la ceremonia, algo similar aquí podría motivar a la gente a consumir contenido ecuatoriano.

Algunos critican que influencers actúen en producciones. En tu caso, te gusta la actuación. ¿Qué opinas sobre esto?

Muchos empezamos así, conectando con la cámara desde el celular. Luego viene el deseo de dedicarse al arte. Las redes pueden ser una plataforma para crear tu propio espacio y, desde ahí, explorar otras áreas.

Eso sí, siempre con formación. Todo medio merece respeto. La actuación requiere estudio y sobre todo, mucha preparación.

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