A sus 39 años, la expresentadora ecuatoriana Gineth Moreno —recordada en la farándula como 'La Reina del Camal'— decidió darle un nuevo sentido a sus redes sociales. Lo que antes era un espacio para polémicas, opiniones explosivas y exposición mediática, hoy se ha convertido en un canal de acompañamiento emocional para quienes viven situaciones similares a las que ella enfrentó: ansiedad, trastornos de pánico, episodios de depresión e incluso problemas con el alcohol y pastillas para dormir, las cuales la tenían sedada.

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Moreno, quien estuvo alejada de la televisión y de la vida pública, reapareció con un mensaje distinto. Su transición no fue inmediata. “Me costó años construir una nueva versión de mí y mostrar quién soy hoy realmente”, cuenta. Según relata, cambiar la percepción pública fue un reto: “No es fácil cuando la gente te encasilla en algo y luego intentas cambiar esa imagen”.

Hoy, su contenido digital no busca polémicas, sino sembrar calma. Publica reflexiones, mensajes sobre salud emocional y fragmentos de su propio proceso de sanación. En sus redes, recibe testimonios de personas que también lidian con ansiedad o pánico. “Encontrarme con personas que sufren los mismos problemas me hizo querer compartir cómo Dios trabajó en mi vida”, señala. Sin embargo, aclara que no se trata de religión, sino de paz espiritual: “No es fácil conseguirla, pero es hermoso compartirla con otros”.

“Que la gente se haga cristiana, para muchos, es motivo de burla y se preguntan cuánto tiempo durará el cambio (...) Vengo trabajando en mi vida por muchas cosas que me habían pasado. Nunca es tarde, con cada amanecer hay un nuevo comienzo. Tengo que enfocarme en lo que tengo que vivir hoy, y ya no me desespero por el mañana. Vivo un día a la vez”, dijo a EXTRA la exintegrante de Las Musas, quien ahora se congrega en la iglesia Jesucristo es la Roca, norte de Guayaquil.

Gineth Moreno cuenta su testimonio en redes sociales

Su proceso comenzó en 2018, cuando fue diagnosticada con trastorno de pánico y ansiedad. Transitó medicación, visitas a especialistas y crisis severas: “No existe medicina para el alma. La sanación es mental y requiere fuerza de voluntad”. En aquel período, atravesó un intento de suicidio y la pérdida de un embarazo. Fueron sus hijas, afirma, quienes la hicieron desistir.

Gineth Moreno buscó ayuda psicológica mientras profundizaba en su fe. Fue entonces cuando su vida tomó otro rumbo. Aclara que no pretende ponerse como ejemplo para nadie, simplemente comparte su experiencia por si puede servirle a alguien.

La conocida también como ‘La Reina del Camal’ dice que nunca tuvo la intención de publicar reflexiones y mensajes religiosos en redes sociales. Fue una pareja de amigos quien la convenció, ya que tenía muchos seguidores y pensaron que quizá podía ayudar a alguien con sus testimonios.

“No pensé que a la gente le iba a llegar tanto. Además, el contenido de mis redes sociales dio un giro. Antes me seguía un 90 % de caballeros, ahora son mujeres y amas de casa. La gente tiende a decir: ‘otra showcera, otra que usa la religión’. De mi cambio recién hablé en marzo, pero hace un año y cuatro meses me bauticé. Voy a cumplir dos años sin ingerir alcohol. Mi cambio viene desde hace casi seis años, cuando ya sentía un vacío en mi vida, entonces empecé a buscar ayuda, mis problemas familiares, emocionales, ya no tomo valeriana para dormir, no me medico, no bebo, no pienso en el mañana, no me angustio”.

Un psicólogo siempre será la mejor opción

La psicóloga Susana Osorno señala que las redes sociales pueden funcionar como una herramienta de apoyo emocional, aunque su efectividad depende de varios factores. “Las aplicaciones tienen mucha información para ayudar a las personas; el punto está en que el usuario sea sincero consigo mismo y sepa qué preguntar. Muchas veces la solución está cerca, pero las personas se enredan en otras cosas”, indicó.

Sin embargo, Osorno enfatiza que existe un elemento que las redes sociales no pueden reemplazar: la atención personalizada. “La escucha empática que brinda un psicólogo aún no la tienen las aplicaciones. Debemos tener presente que las soluciones rápidas o inmediatas no siempre funcionan, especialmente cuando se trata de situaciones que han causado daño emocional durante mucho tiempo”, agregó.

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