La deportista y expresentadora ecuatoriana María Teresa Guerrero, conocida por su espíritu incansable y su amor por el ejercicio, atraviesa uno de los retos más duros de su vida: la batalla contra un cáncer de ovario bilateral, diagnóstico que recibió hace algunos meses y que, según reconoce, marcó un antes y un después en su historia personal.

Con la transparencia que la caracteriza, la exparticipante de MasterChef Celebrity Ecuador decidió compartir con sus seguidores detalles de esta etapa, convirtiendo sus redes sociales en un diario de resiliencia. Desde el momento en que recibió la noticia, Guerrero ha mostrado su proceso, sus emociones y los altibajos físicos que implican los tratamientos.

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En sus más recientes declaraciones, la atleta abordó un tema íntimo y reflexivo: el papel que el deporte ha jugado en este momento crucial. “Ser deportista no me hizo inmune, pero sí me está salvando. Muchos me preguntan cómo una mujer como yo tuvo cáncer. No tengo todas las respuestas, pero sé esto: gracias al deporte tengo un cuerpo fuerte, una mente entrenada y un corazón que no se rinde. Sigo creyendo en el movimiento como medicina”, expresó.

A pesar de estar en medio de quimioterapias, María Teresa asegura que no ha dejado de correr, algo que muchos creían imposible para ella en este momento. 

“El cáncer me enseñó a perdonar, a soltar, a acercarme a Dios, el gran doctor; a confiar con los ojos cerrados, a tener fe, incluso cuando todo parece oscuro, incluso cuando el miedo toca la puerta, porque me pasa un montón. Hoy más que nunca sigo siendo pro deporte”, afirmó con determinación.

La Flaca Guerrero y su cuarto ciclo de quimioterapias

Actualmente, la deportista se encuentra en su cuarto ciclo de quimioterapia, una etapa que, según confesó, ha implicado tanto retos físicos como aprendizajes inesperados. “Hay días difíciles, pero también sorpresas positivas que me llenan de fuerza”, comentó.

Su historia ha generado una ola de apoyo en redes sociales, donde amigos, seguidores y colegas del medio han enviado mensajes de aliento. Para muchos, su actitud es un ejemplo de cómo enfrentar la adversidad con disciplina, optimismo y fe.

Consciente de que el camino aún no termina, María Teresa Guerrero continúa compartiendo su lucha, demostrando que para ella el deporte no es solo una pasión, sino una herramienta vital para seguir en movimiento, aun en medio de la enfermedad.

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