El set del programa De casa en casa se llenó de emoción y nostalgia la mañana del miércoles 18 de junio, cuando la presentadora Michela Pincay volvió a ocupar su lugar frente a las cámaras, luego de un mes y medio de ausencia. Su retorno estuvo marcado por un profundo sentimiento de duelo y amor, tras el fallecimiento de su hermana mayor, Iesmín Pincay, ocurrido el pasado 7 de mayo.

Desde su llegada al canal, Michela fue recibida entre abrazos, lágrimas y muestras de afecto por parte de sus compañeros: Renier Izquierdo, Wendy Rosillo, Silvana Torres, Jasú y Jorge Heredia. En un gesto cargado de simbolismo, le obsequiaron flores y un cuadro que retrata un dibujo de una fotografía donde aparecía junto a Iesmín, como una forma de rendirle homenaje. Cabe recalcar que el canal TC Televisión siempre respetó su duelo y le permitió ausentarse todo el tiempo que considere necesario, incluso sus jefes, estuvieron apoyándola en esos duros momentos. 

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A pesar de su esfuerzo por mostrarse fuerte. Con la voz entrecortada y lágrimas visibles, expresó: "Sé que nunca va a dejar de doler, pero sé que el dolor va a encontrar la forma de adaptarse sin detenerme. Confío demasiado en Dios y en su misericordia. El milagro no fue lo que deseaba, pero se dio de otra manera."

Michela Pincay perdió a su hermana 

La presentadora no solo enfrentó la pérdida de una hermana, sino también de una figura fundamental en su vida. Según contó, Iesmín no solo era su confidente y mejor amiga, sino también su guía, su consejera, su contadora personal, y hasta su jefa en algunos aspectos de la vida. “Era mi todo”, dijo en una entrevista emitida el día anterior, también en el programa, donde Wendy Rosillo le preguntó sobre el vínculo que las unía.

Michela relató en varias ocasiones que Iesmín luchaba contra el cáncer desde los 23 años. Durante más de una década y media enfrentó la enfermedad con una fortaleza admirable, hasta que falleció a los 38 años. Fue una batalla larga, pero Michela la acompañó en cada etapa del proceso.

"Va a ser imposible que exista un día en el que me levante y no piense en mi hermana", confesó Michela, evidenciando que la ausencia física no ha roto el lazo emocional que compartían.

La presentadora también recordó, con profunda melancolía, que ahora siente que Iesmín está abrazada con su papá, quien también falleció cuando ambas eran apenas unas niñas. Esa idea, más que entristecerla, le ofrece consuelo espiritual, pues sabe que su hermana ahora está bien. 

El regreso de Michela no solo fue un momento de reintegración laboral, sino también un acto de valentía personal y de apoyo entre amigos y compañeros. Reaparecer frente al público atravesando una pérdida tan dolorosa, sin duda, un paso difícil. Sin embargo, su testimonio se ha convertido en un mensaje esperanzador para muchas personas que atraviesan duelos similares en la actualidad. 

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