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Mike Albornoz: Así fue la carrera y los ideales del exéntrico artista guayaquileño
Fallecimiento de Mike Albornoz: el cantautor ecuatoriano de los años 80, autor de San Viernes y Un balde de agua fría, muere a los 60 años
El cantautor y productor guayaquileño Mike Albornoz murió a los 60 años, apagando una de las voces más singulares de la escena musical ecuatoriana. La noticia de su fallecimiento, difundida en redes sociales por sus amistades, marca el final de una carrera marcada por la irreverencia, la experimentación y una visión artística que lo convirtió en referente desde los años ochenta.
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En redes, quienes lo apreciaban como el productor Francisco Echeverría, el periodista Juan Carlos Vergara y el exlegislador Alfonso ‘Pocho’ Harb, dejaron sus notas de pesar.
Aunque para muchos será siempre el autor de himnos como San Viernes y Un balde de agua fría -dos de los temas más sonados del rock ecuatoriano de finales de los ochenta e inicios de los noventa-, limitar a Albornoz a su faceta de intérprete sería ignorar la verdadera dimensión de su legado.
Mike fue, sobre todo, un productor musical minucioso. En sus discos, cada arreglo y cada sonido respondían a un sello personal. También en sus videoclips -varios de ellos incluidos en el DVD El más alto vuelo del águila-, donde se atrevió a utilizar escenarios insólitos como un submarino de la Armada, el Cementerio General de Guayaquil o un circo.
En una entrevista con Expresiones -que pertenece a la casa editorial de EXTRA- en 2007, cuando celebraba sus tres décadas de trayectoria, Albornoz dejó clara su visión artística: “No me gustan los sitios convencionales, privados y formales, amo la libertad de crear y donde el público pueda desarrollar su imaginación. Me destaco porque siempre presento algo extravagante, que llame la atención”.

Esa necesidad de romper moldes lo acompañó toda su carrera. Era un artista de apariciones escasas pero contundentes. “Soy de los que aparece cuando tengo que lanzar un trabajo, no de los que se muestra sin ningún motivo o tener algo qué decir”, confesó entonces.
Su curiosidad creativa lo llevó a transitar por múltiples géneros. Aunque forjó su nombre en el rock y la balada, también se atrevió a explorar el pasillo ecuatoriano, al que consideraba un tesoro lírico que debía proyectarse al futuro.
Su opnión sobre el pasillo nacional
“El Ecuador debe replantearse qué es el pasillo. Literalmente, las letras de este género son verdaderos poemas y obras, pero creo que a nivel musical el pasillo necesita renovación, pues son tiempos distintos y generaciones nuevas que merecen escuchar estas hermosas letras”, dijo en una entrevista con el mismo medio en 2008.
Para él, era necesario “una propuesta moderna que proyecte el pasillo al futuro y que esta sea parte del consumo espontáneo natural de todos”, convencido de que el país debía construir una identidad musical propia sin dejar de evolucionar.
Esa mirada amplia también lo llevó a reflexionar sobre el poder de la canción como vehículo literario. En 2016, tras conocerse el otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan, Albornoz celebró la decisión en declaraciones a Expresiones: “Sus letras han marcado muchísimo en el mundo. La música es un lenguaje universal que permite transmitir sentimientos. Con este reconocimiento la música está avanzando”.
En los últimos años, tras varias décadas de composición y grabaciones originales, Mike había optado por rendir homenaje a los artistas que lo inspiraron en su juventud. En sus presentaciones, solía interpretar covers en inglés de figuras como Elton John, Queen y otros íconos de la música anglosajona.
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