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Guayaquil

Interagua confirmó que criminales pinchan tuberías, instalan mangueras, manipulan medidores y crean sistemas paralelos para vender el agua potable.Carlos Klinger

Agua potable en Guayaquil, un 'servicio' en manos de bandas criminales

Interagua admite que casi la mitad del líquido no se factura, porque se va en robos, pinchazos y conexiones clandestinas. ¡Pagas o te quedas seco!

Lo que nos faltaba. El crimen organizado ya no solo se disputa calles y barrios en Guayaquil. También se ha tomado el agua potable. Lo que durante años fueron denuncias ciudadanas sobre conexiones clandestinas y cobros ilegales, hoy se confirma con datos oficiales: existen zonas de la urbe donde Interagua, la empresa concesionaria, perdió el control de su servicio porque las bandas manejan las redes, impiden los cortes y hasta venden el agua robada.

Según datos de esta empresa, cada día la planta La Toma produce un millón de metros cúbicos de agua para abastecer al Puerto Principal y a cantones vecinos. Esa producción debería alcanzar para más de tres millones de personas. Sin embargo, casi la mitad se pierde antes de ser facturada.

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Juan Carlos Bernal, director de operaciones de Interagua, admitió que el 47 % del líquido producido nunca se cobra, y que al menos una cuarta parte corresponde a robos y conexiones ilegales.

“Tenemos distintos tipos de fraudes: pinchazos en la red, manipulación de medidores y hasta barrios enteros donde no podemos ingresar por amenazas de las bandas. Hay sectores donde históricamente ha habido problemas, pero no a los niveles que enfrentamos hoy. A partir de 2024 se ha incrementado el riesgo en varios sitios”, le explicó a EXTRA Ilfn Florsheim, directora de Comunicación de la entidad.

La funcionaria añadió: “Hay lugares donde las redes han sido pinchadas para ‘vender’ el agua a hogares que aún no cuentan con redes formales y que se abastecen por tanqueros, como Ciudad de Dios, Realidad de Dios y otros que se beneficiarán próximamente con el quinto acueducto”.

Trabajadores de la concesionaria de agua han sufrido asaltos y extorsiones en áreas conflictivas de Guayaquil.Carlos Klinger

En la actualidad, un mapa de calor elaborado con inteligencia artificial por la concesionaria muestra que el problema no se limita a un sector específico, sino que se extiende por gran parte de Guayaquil. En el noroeste, sectores como Ciudad de Dios, Realidad de Dios, Sergio Toral, Nueva Prosperina y La Carolina están bajo dominio delictivo.

En la vía a Daule, la cooperativa Los Pinos y Puente Lucía figuran como puntos rojos. Lo mismo ocurre en el norte, en Bastión Popular, Martha de Roldós, Vergeles, Las Orquídeas y Mucho Lote, donde ya a inicios de este año surgieron denuncias de extorsiones.

Asimismo, en el centro y suburbio, en sectores como el cerro del Carmen y extensas áreas populares. Y en el sur, en la isla Trinitaria y el Guasmo.

En todas estas zonas, dice Interagua, el agua es ‘choreada’, redistribuida y hasta vendida en mangueras improvisadas. Y no hay manera de cortar ni cobrar.

Florsheim detalló que los mapas de calor se generan en función de la ocurrencia de actos delictivos y afectaciones a vehículos y al personal, ya sea por robos, amenazas o extorsiones. Por ello, a través de algoritmos predictivos, análisis de datos y trabajo en territorio, han identificado fraudes por alteración de medidores o guías clandestinas.

Prefieren morir de sed que denunciar a las bandas

“Nosotros tenemos agua legal, pero no nos atrevemos a denunciar a quien la roba. Si ni Interagua puede entrar, mucho menos nosotros. Son el Municipio y el Gobierno los que deberían poner orden, pero no pasa nada”, mencionó Sandra Arboleda, vecina de Las Orquídeas.

Una residente de Los Vergeles, quien prefirió no dar su nombre por seguridad, ratificó aquello y exigió la ayuda de las autoridades. “Aquí pinchan las tuberías a propósito. En los últimos cinco meses todo se agravó, pero nadie denuncia. Uno prefiere mirar a otro lado antes que buscarse un enemigo criminal. Las autoridades, el Gobierno incluso, más que el Municipio, deben hacer algo ya”, cuestionó.

El círculo vicioso

Sin embargo, no todo se atribuye al crimen. Amalia González, residente del norte, recuerda que los problemas de fugas y cortes datan desde hace bastante tiempo.

“Es verdad que las bandas agravan la situación, pero hace años que los daños en la red son constantes. No se puede olvidar que hay responsabilidades técnicas también. Lo preocupante es que ahora, debido a la crisis criminal que vive Guayaquil, el servicio será peor. Es deplorable. Y todo porque los criminales son los que mandan aquí, incluso en los servicios básicos”, lamentó la ciudadana.

Redes han sido pinchadas para ‘vender’ el agua a familias que aún no cuentan con el servicio.Carlos Klinger

Ante esta situación, Florsheim afirmó que la concesionaria ha presentado denuncias por las vías correspondientes y que actualmente trabaja de la mano con Segura EP, la Policía e incluso las Fuerzas Armadas, según las necesidades de cada sector. En algunos barrios logran entrar con ayuda de líderes comunitarios; en otros, solo con acompañamiento de seguridad.

“Muchas veces, sobre todo en emergencias por daños en la red, ingresamos a los sectores (peligrosos), principalmente en el noroeste, con las fuerzas del orden. Se reparan las fugas y se eliminan las redes clandestinas, pero al poco tiempo vuelven a pincharlas. Se organizan nuevos operativos y el ciclo se repite. Es constante”, admitió.

Ayuda de líderes

En sectores como el Guasmo, la Trinitaria, Bastión Popular y otros, donde se realizan trabajos de mantenimiento profundo de alcantarillado sanitario, Interagua dice que coordina con su equipo de Gestión Comunitaria, la Dirección de Vinculación Ciudadana del Municipio de Guayaquil y líderes barriales.

“Ellos nos ayudan a tener acceso y apertura para trabajar. Explicamos a los ciudadanos que nuestra labor es en beneficio de toda la ciudad. Tenemos charlas y actividades que permiten realizar trabajos en horas hábiles. En algunos barrios conseguimos el ‘permiso’ para ingresar; en otros no”, dijo.

Dos guardias de seguridad han sido asesinados por robarles las armas y los vehículos: uno en el noroeste, el año pasado, y otro en la Trinitaria, en este 2025.

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