La tarde de este viernes 5 de diciembre, en la av. José María Velasco Ibarra y av. Jorge Perrone Galarza, cerca de la ciudadela Bellavista en el oeste de Guayaquil, fue asesinado Franklin Enrique Velásquez Lozano, exdirector provincial del Guayas de la Contraloría General del Estado. Tras el crimen, la Policía ejecutó varios allanamientos y detuvo a Héctor Rolando Chonillo Chipre, señalado como uno de los presuntos participantes.

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Según información policial, Chonillo sería miembro de la organización criminal Tiguerones Fénix. Su captura se efectuó en la cooperativa Cordillera Cóndor 3, en el sector Flor de Bastión, noroeste de Guayaquil.

Familiares de Velásquez, de 63 años, indicaron que se había jubilado hace tres meses de la Contraloría y había recibido amenazas de muerte anónimas. “El cuerpo presentaba múltiples heridas de arma de fuego. En el sitio se encontró una camioneta, placa GTF-4676, con impactos en la ventana del conductor”, explicó un investigador.

Una allegada señaló que la víctima había acudido a retirar a su hijo de una escuela para llevarlo a su vivienda en vía a la Costa. También confirmó que Velásquez había recibido amenazas previamente.

En la escena se levantaron 13 vainas calibre 9 milimetros, un teléfono celular y el vehículo afectado.

Avances de la investigación

Según la fuente policial, se realizaron entrevistas y se revisaron cámaras del sector y de SEGURA EP. En estas se observa el paso de un taxi amarillo, con parte frontal negra, por la zona del crimen. A las 12:30:12, las cámaras registraron una motocicleta blanca detenida en el tráfico y, posteriormente, una camioneta negra impactando contra un semáforo.

Los registros coinciden con las características de los posibles atacantes:

• Motocicleta: tipo pantanera, color blanco, sin placas.

• Conductor: buzo negro, jean, zapatos deportivos y casco negro.

• Copiloto (gatillero): buzo negro con reflectivo verde en el pecho, pantalón plomo claro con franja negra y casco negro.

Ambos se movilizaron a alta velocidad por la vía a Daule hasta ingresar por la entrada de Paraíso de la Flor, donde finalmente se perdió su rastro debido a cámaras vandalizadas.

Seguimiento al taxi vinculado

Los agentes también rastrearon al taxi en el que habría huido uno de los implicados. El vehículo presentaba las siguientes características: aros oscuros, sin numeración superior, totalmente amarillo, frontal negra.

El taxi tomó la vía a Daule y luego ingresó a un garaje. Minutos antes, un hombre con buzo negro y bermuda azul había abierto la puerta del inmueble en actitud sospechosa. Tras el ingreso del taxi, conversó con el conductor, cerró la puerta y salió en motocicleta.

Minutos después, la motocicleta blanca implicada en el ataque llegó al sector; su conductor conversó con vecinos y luego se retiró. El conductor del taxi salió en una tricimoto, pero fue imposible seguirlo por la falta de cámaras en el área.

La Policía verificó que el taxi había sido captado antes del crimen en otro punto de la ciudad. En las imágenes se observaba a un copiloto vestido de negro, con características similares a uno de los atacantes, y detrás del vehículo circulaba la motocicleta involucrada.

Allanamiento y detención

Con estos indicios, la Policía ejecutó un allanamiento en el inmueble donde se ocultaba el taxi. Allí se encontró el vehículo y se identificó a Héctor Rolando Chonillo Chipre, quien coincidía con el hombre que abrió el garaje en las imágenes obtenidas.

El sospechoso fue aprehendido y trasladado a la Fiscalía de Flagrancia, donde se certificó su detención y se dispuso continuar con el procedimiento legal correspondiente.

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