Los familiares de Alberto Alfredo Tomalá Tomalá, de 35 años, lo esperaban la mañana de ayer, sábado 15 de noviembre, en su vivienda, en la cooperativa Francisco Jácome, en el norte de Guayaquil. Él debía regresar desde Babahoyo, donde trabajaba, pero decidió adelantar su viaje para acompañar a su novia a la celebración del cumpleaños de una pariente. Ambos resultaron heridos en el ataque armado, registrado en la fiesta, y posteriormente fallecieron.

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El hecho violento, en el que seis personas fueron baleadas y cuatro murieron, ocurrió a las 00:50 de ayer en una vivienda esquinera de la manzana 529 de la cooperativa El Cóndor, en el cerro de Mapasingue Este, donde se desarrollaba la reunión familiar. Las otras víctimas mortales fueron Verónica Azucena Roca Ayoví, de 40 años y pareja de Alberto; Tábata Soe Quimis Méndez, de 21; y Kedy Absalón Ponce Chávez, de 51. Las tres primeras fallecieron casi de inmediato, mientras que Kedy murió horas después en una casa de salud.

Las hermanas de Alberto relataron a este Diario que él solía regresar a casa los sábados, pero esta vez viajó antes para acompañar a su novia, quien lo había invitado al cumpleaños. “No sabíamos que estaba en Guayaquil, él nos dijo que venia el sábado porque íbamos ir a sufragar en familia. En la mañana nos llamó un policía para decirnos que mi hermano estaba muerto, que había estado en una fiesta y era una de las víctimas. Somos de Santa Elena, pero tenemos años viviendo en Guayaquil”, contó una de ellas.

Mataron a su hija: triste relato

El padre de Tábata, otra de las víctimas mortales, explicó que en la planta baja de la casa de su madre celebraban el cumpleaños número 40 de su esposa, con la presencia de familiares y vecinos. “Mi hija Tábata se llevaba muy bien con mi esposa y la invitó. Verónica es prima de mi mujer y Alberto era su novio. Entre los heridos está una tía y algunos vecinos. Yo estaba en el baño cuando escuché los tiros; los sicarios metieron la mano por la ventana y desde ahí dispararon”, relató el hombre, acompañado de la madre de la joven, mientras esperaban la entrega del cuerpo en Criminalística.

Agregó que en un inicio no imaginó que el ataque había ocurrido dentro de su casa, hasta que salió a la sala y vio a los invitados tendidos y ensangrentados.

“Había unas 20 personas en la sala. Estábamos terminando de comer; faltaba cantar el cumpleaños. Ya estábamos por cerrar la reunión familiar y pasó esta desgracia. El 12 de octubre también hubo un ataque en el barrio: festejábamos el Día de la Raza con juegos deportivos, llegaron unos sujetos y dispararon; murió una chica y otras personas quedaron heridas”, recordó.

La madre de Tábata señaló que la joven pidió permiso para asistir al cumpleaños de su madrastra, y ella aceptó porque mantenían una buena relación. “Mi hija era una chica tranquila. No sabemos las causas del hecho”, lamentó.

Una fuente policial indicó a EXTRA que entre los asistentes, al parecer, había integrantes de un grupo delictivo organizado. “Mientras se realizaba el agasajo, presuntos integrantes de Los Tiguerones llegaron al lugar y dispararon desde una ventana antes de huir. El sector se encuentra en disputa por el expendio de drogas entre organizaciones criminales, por lo que presumimos que se trata de una pugna territorial”, explicó el oficial.

En el sitio se levantaron 13 vainas percutidas de varios calibres y se verificó que ninguna de las víctimas registraba antecedentes penales. (AEB)

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