Andreína Geomara Lamota Solís, de 32 años, es la principal sospechosa de haber asesinado a su madre, Martha Cecilia Solís Cruz, cuyo cuerpo fue hallado desmembrado dentro de una lavadora y un tacho azul en su vivienda, ubicada en el bloque 12 de Sauces 9, al norte de Guayaquil.

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El cadáver estaba dividido en seis partes con cortes irregulares y, según fuentes policiales, se habría aplicado sal y detergente para ocultar rastros. Un investigador que estuvo en la escena señaló que el cuarto de lavandería estaba “completamente limpio”:

“Las paredes estaban totalmente limpias, no había rastros de sangre ni restos humanos en el piso. Las piezas anatómicas estaban dentro de fundas, distribuidas en la lavadora y en un tacho azul grande. Tampoco se percibían olores típicos de un cuerpo en descomposición; parece que todos los días desinfectaba”, comentó.

La captura de Andreína Lamota

La detención de Andreína Lamota se produjo minutos después del hallazgo del cuerpo, la noche del jueves 16 de octubre. Según las investigaciones, la mujer utilizó inteligencia artificial para simular la voz de su madre y engañar tanto a los familiares como a la Policía. 

Además, el día de la desaparición de Martha, el domingo 5 de octubre, Andreína salió vestida con la ropa de su madre para ser captada por una cámara de seguridad y, luego, se dirigió a otra vivienda en La Alborada que alquiló por Aribnb, donde se cambió de ropa.

El 17 de octubre, Andreína fue procesada por asesinato. Además de este crimen, enfrenta una denuncia presentada en julio de 2022 por un compañero de trabajo, quien la acusó de intento de asesinato tras presuntamente darle un jugo con escopolamina.

Ese mismo año, en enero, la mejor amiga de Andreína, Jennifer Banguera, desapareció el mismo día que sus padres la dejaron en casa de la joven, presuntamente para visitarla.

Al momento del hallazgo del cadáver de Martha Cecilia, la Policía también incautó dentro de la vivienda:

• 1 celular

• 1 laptop color plomo

• 1 envoltura blanca

• 1 tarjeta bancaria

• 7 cuchillos

• 1 sierra eléctrica

• 1 amoladora eléctrica color amarillo

• 1 podadora manual

• 1 machete

Perfil psicológico de Andreína Lamota

El psicólogo Gabriel Ordóñez, exdirector nacional de Salud Mental, analizó el perfil de la acusada y concluyó que presenta rasgos compatibles con un Trastorno de Personalidad Antisocial con componentes narcisistas y psicopáticos. Esto se evidencia en:

• Ausencia de empatía y remordimiento

• Manipulación instrumental y conducta planificada sin culpa

• Frialdad afectiva y búsqueda de control sobre otros

Ordóñez señaló que la capacidad de Andreína para diseñar estrategias complejas, usar tecnología para encubrir el crimen y manipular su entorno demuestra un nivel cognitivo alto y un funcionamiento psicológico organizado, descartando cuadros psicóticos.

“Se trata de una personalidad fría, egocéntrica y utilitaria, con escasa introspección y elevada tolerancia al daño ajeno”, indicó.

Desde una perspectiva forense, Andreína representa un perfil de alto riesgo social, dado su patrón reiterado de manipulación y posible reincidencia en conductas violentas. Su habilidad para aparentar normalidad y ejercer influencia dificulta la detección temprana de su peligrosidad.

En síntesis, "se trata de un perfil antisocial de tipo planificadora y carismática, capaz de combinar racionalidad instrumental con ausencia total de empatía moral, situándola en una categoría de peligrosidad alta y control afectivo nulo", dijo el especialista.

El psicólogo clínico Alejandro Ruiz coincidió en que el comportamiento de Andreína encaja con un trastorno antisocial de la personalidad, señalando que las presuntas desapariciones previas refuerzan este perfil. Entre sus características destacan:

• Desatención a los derechos de los demás, incluso el derecho a la vida

• Incumplimiento de normas legales y conductas que derivan en detenciones

• Engaño reiterativo, como el falso video realizado con inteligencia artificial

• Impulsividad y dificultades para planificar correctamente actos violentos

• Irritabilidad y agresividad, evidenciada en el homicidio de su madre

• Desatención a la seguridad propia y ajena, permaneciendo junto al cadáver durante días

• Ausencia de remordimiento y incapacidad de experimentar culpa

“¿Cómo se puede estar al lado del cadáver de la madre de uno? Es algo incomprensible para cualquier persona con capacidad de culpa. Las personas con trastorno antisocial de la personalidad no poseen remordimiento”, explicó Ruiz.

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