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Guayaquil

Firulais, el amigo callejero que marcó a Puerto Santa Ana y se esfumó sin rastro
Apareció solo, se ganó el cariño de algunos y luego desapareció. ¿Qué pasó con Firulais?
En las pequeñas escaleras frente al Emporium By The Point, situado en la zona de Puerto Santa Ana, ubicado cerca del río Guayas y rodeado de zonas comerciales y turísticas, trabajadores y visitantes de la zona notaron, durante varios días, una presencia cariñosa, noble y silenciosa que, junto con una pequeña alfombra improvisada, llamaba la atención de quienes recorrían esa moderna área de Guayaquil.
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No era un ejecutivo más ni un visitante curioso fascinado por el paisaje urbano. Era Firulais, un perrito callejero de andar pausado y mirada noble, que quizás había sido abandonado, o tal vez solo estaba de paso. Lo cierto es que, sin proponérselo, se ganó el cariño de quienes lo veían cada día.
Cuando la calle trajo a un amigo

Nadie supo nunca cómo llegó. Algunos decían que lo dejaron ahí, otros aseguraban haberlo visto venir desde Las Peñas -otro punto emblemático de la ciudad-, lo que si, es que coincidían en que venía arrastrando consigo una historia que nadie terminó de conocer. Pero todos coincidían en algo: estaba solo, y nadie vendría a buscarlo.
Firulais apareció de repente, como esos personajes que irrumpen en la historia sin anuncio previo, pero que marcan con fuerza su paso. Se le veía recorrer los alrededores del emblemático edificio "El Tornillo", explorando cada rincón como si buscara algo… o a alguien.
A diferencia de otros perros del sector, él no tenía collar, ni unos dueños que todos los días se levantaran para sacarlo a pasear, pero eso no evitó que tuviera una identidad que la comunidad le otorgó con afecto.
Algunos vecinos y trabajadores del lugar le dejaban agua, otros comida, y no faltaron quienes lo acariciaban con cariño antes de continuar su camino. En cuestión de días, Firulais se convirtió en un vecino más.
Con su hocico al viento y su andar curioso, parecía conocer el lugar mejor que muchos. Lo mismo que dormir en cualquier sitio de la plaza, ajeno al bullicio de la ciudad, pero atento a cualquier gesto de amabilidad.
¿Y las fundaciones de ayuda?
La historia de Firulais no es solo una muestra de cariño, solidaridad y empatía hacia una mascota por parte de desconocidos, sino también un recordatorio de que existen personas que abandonan animales sin remordimiento, pero también existen los que ayudan sin esperar algo a cambio.
Días después de su llegada inesperada, la gente del lugar se topó con una visita que no estaba programada, miembros del Municipio hicieron una aparición discreta pero firme. Habían recibido reportes sobre un perro callejero en la zona, y venían con la intención de retirarlo, aunque este objetivo no logró realizarse.
Nos comunicamos con Bianca Salame, Coordinadora General 2 Dirección General de Protección de los Derechos de los Animales quien comentó a EXTRA que ellos acudieron a una llamada. Al momento de llegar, los ciudadanos que se encontraban presentes comentaron que no se lo llevaran porque era “un perrito comunal” y ellos lo cuidaban. Ante esto, solo se procedió a realizar un chequeo veterinario in situ y dejaron que el perrito siguiera en el área.
Sin embargo, una tarde cualquiera, varios vecinos del sector se encontraron con la novedad de que personal de la Prefectura del Guayas se encontraban en el lugar, llevándose a Firulais, las interrogantes no tardaron en aparecer, ¿Qué harán con él?, ¿lo sacrificarán?, ¿lo cuidarán bien?.
Ante esta intriga, nos comunicamos con Emma Acuña, Directora de Bienestar Ciudadano de la Prefectura del Guayas, quien nos comentó que en efecto, ellos se encontraban realizando campañas por el sector de Puerto Santa Ana, en donde se encontraban 3 perritos sin dueños, siendo Firulais uno de esos perritos.

Firulais, el perro que logró encontrar un hogar
Nadie imaginó que, tras aquella visita inesperada, el médico veterinario de la Prefectura terminaría encariñándose tanto con Firulais que decidiría adoptarlo. Un gesto que no solo cambió la vida del perrito, sino también la suya.
Es así como Firulais, el perro del Tornillo, ya no deambula por Puerto Santa Ana, pero su historia quedó grabada en la memoria de quienes lo vieron o acariciaron alguna vez. Esos días en que buscaba refugio y compañía dejaron huella.
¿Cómo ayudar a otros perros en situaciones similares a la de Firulais?
Actualmente, en la Dirección de Protección de los Derechos de los Animales, se encuentran aproximadamente 160 perros y 40 gatos, todos ellos rescatados en distintas circunstancias y se encuentran en hogares temporales o en su espacio transitorio, todos en resguardo temporal mientras se busca un hogar definitivo.
El programa impulsa ferias de adopción y proyectos como Pausa Activa, una iniciativa que lleva animales en adopción a empresas e instituciones educativas para generar espacios de conexión, bienestar emocional y oportunidades de adopción responsable.
Si deseas apoyar adoptando o donando, puedes realizar donaciones de alimento, insumos médicos y otros recursos que beneficien a los animales. Todo ingreso pasa por un procedimiento de control y registro. Quienes deseen ayudar, pueden escribir al correo: proanimal@guayaquil.gov.ec manifestando su interés en donar.
Además recientemente lanzaron el Programa Municipal de Voluntariado ProAnimal, una iniciativa que permite a ciudadanos comprometidos sumarse a actividades de ferias, adopciones, promoción y cuidado animal. Actualmente cuentan con mas de 70 voluntarios que están comprometidos con la causa. Quienes deseen unirse, pueden llenar el formulario disponible en su Instagram: @proanimal_gye.