La noche del miércoles 17 de septiembre de 2025, la Fiscalía y la Policía Nacional ejecutaron un allanamiento en la sede del Comité de Empresa de los Trabajadores de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), ubicada en el norte de Guayaquil.

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La diligencia respondió a un acto urgente pedido por la directiva provisional, tras denunciar un presunto uso indebido de los aportes de los trabajadores. Durante la intervención, los uniformados forzaron una puerta metálica para ingresar al inmueble, según se evidenció en videos difundidos en redes sociales.

Denuncias contra Richard Gómez

La investigación se centra en Richard Gómez, exdirigente sindical y exsupervisor de recaudación de la Unidad de Negocios Guayas Los Ríos, quien fue separado de CNEL el pasado 3 de septiembre. El gerente general subrogante, Osmar Ángel Erazo Marín, notificó su desvinculación a través de un memorando que detallaba irregularidades en subprocesos sobrevalorados frente a la escala salarial referencial.

La ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, lo acusó de un presunto vaciamiento de las cuentas de ahorro del Comité. Según la denuncia, entre el 1 y el 29 de agosto, el saldo de la organización pasó de más de 852.000 dólares a apenas 0,53 centavos.

Movimientos millonarios bajo sospecha

El proceso judicial apunta a Richard Gómez y a otros cuatro implicados en un presunto esquema de delincuencia organizada. Solo en agosto se detectaron 205 transferencias por 933.605 dólares y cinco cheques por 71.964 dólares, con un perjuicio que sobrepasa el millón.

La Fiscalía considera estos movimientos inusuales frente al manejo habitual de la cuenta, que solía registrar pagos menores y recurrentes por servicios básicos. Las autoridades sostienen que la magnitud y rapidez de los débitos refuerzan la hipótesis de un desfalco.

La versión del exdirigente

Richard Gómez, actualmente en Estados Unidos por supuestos motivos médicos, ha defendido su actuación. Aseguró que el 85 % de los recursos se destinó al pago de proveedores, específicamente para la compra de 13.000 botas industriales. Sin embargo, los trabajadores denuncian que hasta la fecha no han recibido los implementos. 

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