Buena Vida
Guayaquil clausura el Año Jubilar 2025 con ordenación de nuevos diáconos y sacerdotes
En la misa celebrada en la Catedral Metropolitana, monseñor Luis Cabrera resaltó el mensaje de la reciente carta apostólica del Papa León XIV
El cardenal monseñor Luis Cabrera invitó a los nuevos diáconos, sacerdotes y a todos los feligreses a seguir caminando junto al Señor.
Con una solemne ceremonia religiosa realizada este sábado 27 de diciembre de 2025, en la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol de Guayaquil, se efectuó el cierre oficial del Año Jubilar de la Iglesia Católica, que culminará formalmente el 6 de enero de 2026 en Roma, bajo el lema Peregrinos de la Esperanza.
El acto fue presidido por el Cardenal y Arzobispo de Guayaquil, Monseñor Luis Cabrera Herrera, y en su marco se ordenaron dos nuevos diáconos y cuatro sacerdotes para la arquidiócesis.
Tras la proclamación del Evangelio, que en este día de la fiesta de San Juan Apóstol narra el momento en que los discípulos encontraron el sepulcro vacío, el padre Freddy Toapanta, rector del Seminario Misionero Stella Maris, presentó la petición para la ordenación diaconal de Franklin Macías Hinostroza y Daniel Pullaguari Ponce.
El Jubileo comenzó el 24 de diciembre de 2024 con la apertura de la Puerta Santa en el Vaticano.
Posteriormente, fueron llamados los candidatos al presbiterio: los guayaquileños Fernando Icaza Latorre, Jean Ariel Morán Choez y César Joao Santillán Arias, junto a José Antonio Zaquinaula Jirón, oriundo de Zamora Chinchipe. La petición formal ante el Cardenal fue realizada por el padre Roberto Rodríguez, rector del Seminario Mayor.
Durante su homilía, monseñor Cabrera resaltó el mensaje de la reciente carta apostólica del Papa León XIV, centrada en la fidelidad a la vocación, la fraternidad, la sinodalidad y la misión. "El encuentro con el Señor es lo que marca nuestras vidas", precisó el prelado.
El líder de la Iglesia guayaquileña calificó este Año Jubilar como "un tiempo lleno de bendiciones", destacando la masiva asistencia de niños, jóvenes y adultos a los templos designados en busca de la reconciliación y el perdón e invitó a todos a seguir caminando fieles al Señor.
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La ceremonia continuó con la entrega de los ornamentos a los nuevos integrantes de la Iglesia de parte de sus familiares, hicieron las promesas de obediencia y recibieron la imposición de las manos de los sacerdotes.
Finalmente, los religiosos recientemente ordenados participaron de la ceremonia en el altar.
Tres jóvenes guayaquileños y otro procedente de Zamora Chinchipe fueron designados como nuevos sacerdotes de la Iglesia Católica ecuatoriana.