La reliquia del Santo Hermano Miguel está nuevamente en Chimborazo, acontecimiento que marca una semana de fe y esperanza para la comunidad católica y lasallista de la provincia. La visita se desarrolla dentro del Año Jubilar Peregrinos de Esperanza y coincide con los 75 años de presencia educativa de La Salle en Riobamba, además del Año de la Espiritualidad Lasallista que se celebra a nivel mundial.

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La jornada comenzó con una peregrinación desde la Plaza Alfaro hasta la Catedral de Riobamba, donde la reliquia fue recibida con una eucaristía presidida por monseñor Bolívar Piedra, obispo de la ciudad.

Estudiantes, exalumnos, autoridades, delegaciones educativas y grupos pastorales acompañaron el recorrido en un ambiente de recogimiento y celebración. El lema que guio esta procesión fue: “Con el Hermano Miguel, somos peregrinos de esperanza”.

La cadera derecha del santo -pieza que conserva tejido y permanece habitualmente en el Santuario del Hermano Miguel en Quito- ha despertado un profundo sentimiento de devoción. Jean Pierre Zambrano, directivo del Santuario y acompañante de las peregrinaciones, destacó que este retorno “renueva la misión evangelizadora y recuerda que la esperanza cristiana sigue viva”.

Sitios en los que se expondrán reliquias

Durante la semana, la reliquia visitará diversos espacios de oración, entre ellos:

• La Catedral;

• La iglesia de Balvanera.

• La Casa Madre, donde están las reliquias de Sor Mercedes de Jesús Molina.

• La parroquia Santa Faz.

• La Iglesia Sagrada Familia en Bellavista.

• El Colegio La Salle.

• La parroquia Virgen de Guadalupe, donde se levanta el templo dedicado al santo.

Cada uno de estos encuentros incluye momentos de veneración, oración comunitaria, eucaristías y actividades pastorales.

Símbolo de fe colectiva

Luis Bernardo Bolívar, Visitador de los Hermanos de La Salle, recordó que la presencia de la reliquia reorienta el sentido de fe de la comunidad: “El norte siempre es Jesús. Desde nuestro carisma educativo buscamos formar desde la fe, desde el servicio y desde la esperanza. El Hermano Miguel continúa siendo nuestro intercesor y ejemplo”.

Una tradición particular acompaña esta visita: la reliquia no se limpia durante su permanencia en la provincia. Según la costumbre, conserva sobre ella las intenciones de oración de cada comunidad que la recibe. Solo cuando retorna a su santuario, se completa el gesto simbólico. “Es un signo profundo, aquí están miles de algodones, intenciones y oración, porque regresa cargada de la fe de los pueblos”, explicó Zambrano.

La despedida está prevista para el 14 de diciembre, luego de una eucaristía especial que cerrará una semana caracterizada por la memoria, la devoción y la renovación espiritual de Riobamba.

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