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Guayaquil

Verónica, en un instante cotidiano de entrega, en el que alimenta a Fátima y permanece pendiente de cada una de sus necesidades.Extra

Madre que venció las trabas del IESS contará su historia en una charla en Guayaquil

La lucha de una madre logró que su hija acceda a una cirugía crucial y hoy comparte su experiencia para ayudar a otras familias frente al IESS

Fátima descansa en su cama rodeada de almohadas. Tiene las piernas y la cadera cubiertas por yesos, pero luce tranquila. De vez en cuando, la pequeña de 6 años mueve una mano, como si saludara, y su madre interpreta ese pequeño gesto como un mensaje de calma. “Ella ya está bien, gracias a Dios”, dice Verónica Gómez con una sonrisa que parece iluminar el rostro.

(Lea también: El IESS y su burocracia: La lucha de una mujer para que operaran a su hija)

Han pasado pocas semanas desde que la niña fue operada el pasado 27 de octubre, y la habitación donde ambas reposan está llena de signos de alivio: un aroma suave a desinfectante, risas contenidas de su abuela, y la mirada atenta de una madre que sabe que su hija estará mejor.

“Después de tanto tiempo, Fátima fue operada y salió bien. Yo lo considero un milagro”, dice.

El origen de la lucha de Verónica Gómez con el IESS

La “batalla”, como la llama Verónica, comenzó en enero de 2023, cuando un diagnóstico reveló que Fátima padecía una displasia de cadera. La malformación desajustaba su cuerpo al punto de hacer que una pierna pareciera más larga que la otra.

La solución existía a través de una cirugía, pero costaba más de cinco mil dólares de manera privada, una cifra imposible para una madre que ya destinaba cientos de dólares cada mes a terapias y medicinas.

Verónica Gómez en los exteriores del Hospital Dr. Roberto Gilbert, donde operaron a su hija tras haberle negado atención en el pasado.Alex Lima / Extra

Pero el 22 de mayo de 2025, su caso llegó a las páginas de EXTRA. Aquella publicación conmovió a decenas de lectores y, sobre todo, encendió una presión pública que obligó al IESS a responder. Aunque primero solo ofrecieron promesas por llamadas telefónicas, la visibilidad del caso fue crucial.

“Los reportajes de EXTRA fueron determinantes”, reconoce Verónica. “Incluso adjunté los recortes del periódico en la demanda que presentamos para que tuviera más peso”, cuenta.

La medida cautelar fue admitida el 5 de julio de 2025 y resuelta el 18 del mismo mes. La orden judicial obligó al IESS y al Hospital Roberto Gilbert a realizar el procedimiento. Y así ocurrió: el 27 de octubre, Fátima finalmente entró a quirófano.

Fueron seis horas de operación. Seis horas que para Verónica se sintieron eternas. “Yo miraba el reloj y no podía ni respirar. Pero cuando por fin la sacaron y me dijeron que todo había salido bien, sentí que el mundo se me abría otra vez”.

No estuvo sola: Un grupal de WhatsApp ayudó

Durante este proceso, se aferró a un grupo de WhatsApp donde decenas de madres, todas con hijos con discapacidad, se convierten en una especie de ejército silencioso. Allí se preguntan desde lo más técnico hasta lo más emocional.

La pequeña Fátima y su madre luego de la anhelada cirugía.Cortesía

Recientemente, Verónica envió una foto de Fátima con el yeso cuando no sabía cómo poner el pañal. Las otras madres, sin juzgar, sin demora, le explicaron paso a paso. “Es como una familia que vive lo mismo. Una familia que sabe lo duro que es y que, aun así, se acompaña”, expresa.

Estos días, Fátima evoluciona bien. Come, ríe, duerme y hasta se deja bañar sin quejarse. “Ni siquiera se queja del dolor”, dice su madre, y añade: “Ella es una niña valiente. Le acomodaron toda la cadera y está tranquila. Es un ejemplo”.

La batalla quirúrgica terminó, pero la ‘guerra’ no. Lo que sigue ahora es la rehabilitación, un proceso largo, costoso y que definirá si Fátima algún día logra sentarse sola y caminar, por lo que espera que el IESS cubra los gastos.

De víctima del sistema a voz para otras madres

La historia de Verónica no solo evidenció una lucha personal, sino también un camino que hoy puede servir a otros. Ese recorrido la llevó a un nuevo espacio: compartir lo vivido para que otros sepan por dónde empezar cuando el sistema se les cierra.

Verónica junto a su abogado, Diego Bastidas, estarán en el convesatorio de EXTRACortesía

Diario EXTRA la invitó a dar una conferencia en su salón de eventos en Guayaquil, en la avenida Carlos Julio Arosemena y Las Monjas, donde compartirá su experiencia y guiará a otras familias que enfrentan los mismos muros burocráticos con el IESS.

Al escuchar la propuesta, Verónica no lo dudó ni un segundo. “Sí”, respondió con firmeza, sin sonrisa complacida, sino con una determinación casi desafiante. “Porque las madres no podemos desmayar. Tenemos que seguir, pase lo que pase. Yo voy a ayudar a otras mujeres a creer que sí se puede”.

El próximo 2 de diciembre, a las 10:30, Verónica ofrecerá una charla presencial y virtual junto a su abogado Diego Bastidas. La participación es gratuita, solo debe registrarse en el siguiente enlace.

Este encuentro está dirigido a afiliados del IESS, padres y cuidadores, lectores de EXTRA y cualquier persona interesada en entender mejor cómo defender sus derechos en el sistema público de salud.

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