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Guayaquil

Foto tomada en octubre de 2024 que evidencia la persistencia del problema del orine en cada esquina del parque Centenario.FRANCISCO FLORES / Extra

Parque Centenario de Guayaquil: "limpio solo cuando hay eventos", reclaman vecinos

Inaugurado en 1920 para exaltar la independencia, hoy sobrevive entre meones, dormilones y ‘cantinas’ improvisadas. Vecinos guardan esperanzas

Hubo un tiempo en que caminar por el parque Centenario era sinónimo de orgullo guayaco. Ese rectángulo verde en el corazón del centro era más que un espacio de descanso: era el símbolo de la independencia, el lugar donde Guayaquil le rendía homenaje a los hombres del 9 de Octubre de 1820.

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 Allí, bajo la imponente columna coronada por las figuras de Olmedo, Villamil, Febres-Cordero y Antepara, la ciudad celebraba su historia y reafirmaba su identidad.

Inaugurado el 9 de octubre de 1920, el parque fue pensado para sesiones conmemorativas, actos cívicos y momentos de encuentro ciudadano. Durante décadas, fue punto de paso obligado para locales y turistas, testigo de marchas, festejos y amores de plaza. Pero el tiempo, la desidia y el abandono lo convirtieron en otra cosa: un espacio donde los males urbanos hicieron casa.

Las bancas metálicas se convierten en camas improvisadas, mientras que los árboles y casi cualquier rincón sirven como urinarios para quienes viven en situación de calle y los que no. Basta con recorrer la zona para percibir el penetrante olor a ‘meado’ que los encargados de limpieza no logran eliminar por completo.

Grupo de libadores afuera del parque Centenario.Extra

EXTRA ha sido testigo permanente de ese deterioro. En octubre del año pasado, este Diario captó cómo los meones se adueñaban de cada rincón, cómo los dormilones hacían del parque su dormitorio y cómo los turistas, al intentar acercarse, terminaban apurando el paso con gestos de incomodidad.

La noche, lejos de calmar el caos, lo transforma en un escenario distinto pero igual de crítico: aceras convertidas en comedores informales, basura acumulada tras los carros de frituras, humo de parrillas improvisadas, borrachos que arman su propia ‘cantina’ y sexoservidoras que merodean entre la penumbra.

Foto de octubre de 2023. Un hombre en condición de calle duerme en una de las bancas metálicas del parque.FRANCISCO FLORES / Extra

Carlos Vargas, comerciante que desde hace 25 años tiene su negocio de arreglos y regalos frente al parque, ha sido testigo de ese cambio. “Antes era muy bonito, pero ahora a las seis o siete de la noche ya no se puede caminar por aquí. Esto es de hacheros, alcohólicos y ladrones”, lamentó.

Él mismo ha sufrido intentos de robo en cuatro ocasiones; el más reciente, la semana pasada, cuando unos desconocidos intentaron entrar a su local trepando por el techo.

Una joven que atiende un quiosco de comidas en ese sector (y que prefirió no dar su nombre) coincidió con Vargas. Ella comentó que en los seis años que lleva viviendo en el centro nunca había visto que el parque se cerrara para limpiarlo a fondo. “Eso es porque hay evento. Siempre se repiten los mismos problemas porque la gente no lo cuida”.

Así de impecable lucía el parque Centenario el pasado 1 de octubre, tras un evento cívico.X: @alcaldiagye

Limpieza y arreglos en el parque solo por eventos, dicen vecinos

Aquel “porque hay evento” es lo que más se repetía entre los comerciantes y transeúntes. Desde la noche del jueves 2 hasta la mañana del viernes 3 de octubre, el personal municipal fue visto con baldes, escobas y mangueras, ‘encachinando’ el parque mientras permanecía cerrado al público, justo al inicio de las fiestas octubrinas.

Y es que el 1 de octubre el Centenario brilló como pocas veces: pulcro y engalanado con tiras coloridas que decoraban la columna de los próceres para conmemorar la Fragua de Vulcano. Ese día hubo orquesta sinfónica, pregón cívico, aplausos y cámaras. Una postal perfecta… que contrastó con el panorama cotidiano.

Carlos Vargas es un comerciante que ha vivido los males que tiene el parque Centenario.Extra

La esperanza de los vecinos del parque Centenario

Aun así, entre tanta frustración, la esperanza se encendió cuando el Municipio habría anunciado un plan más ambicioso: reabrir la UPC que lleva más de tres años abandonado dentro del parque, colocar cámaras de vigilancia, construir baños públicos y reforzar la seguridad.

Vargas fue testigo de esta promesa por parte de personal municipal que se habría acercado a su negocio a finales de septiembre. Por ello, pese al escepticismo, se aferra al deseo de que esta vez no sean promesas vacías. “Nunca antes habían dicho algo así. Espero que sea verdad, por la seguridad de todos. Alzo la mano al cielo para que cumplan”, expresó.

EXTRA consultó por correo electrónico a la sala de prensa del Municipio de Guayaquil para confirmar si existe un plan de intervención integral en el parque Centenario y conocer las fechas previstas de inicio y conclusión de las obras. Sin embargo, no se obtuvo respuesta hasta el cierre de esta edición.

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