El boxeador británico Ross Kitchen, de 33 años, enfrenta una posible condena de hasta 33 años de prisión en Turquía tras haber agredido brutalmente a un taxista en Estambul. El hecho ocurrió la madrugada del 25 de abril, cuando el deportista abordó un vehículo conducido por Kadir Bicer, de 56 años, desde el aeropuerto de la ciudad, según informó el medio turco Turkiyegazetesi.

(Lea esta nota también: Invierno 2025-2026 en EE. UU.: La Niña anticipa aumento en nevadas y frío extremo)

De acuerdo con la Fiscalía General de Estambul, Kitchen inició la agresión dentro del taxi y continuó golpeando a la víctima en la vía pública. El taxista sufrió fracturas y lesiones de gravedad que lo dejaron al borde de la muerte. Las cámaras del vehículo registraron el momento en que el boxeador, visiblemente alterado, se abalanza sobre el conductor.

El testimonio del taxista y las secuelas del ataque

En la audiencia del 18º Tribunal Penal Superior de Estambul, la víctima narró con detalle cómo el pasajero empezó a comportarse de manera extraña poco después de iniciar el recorrido.

“Mientras el acusado seguía su camino, empezó a hablar solo y a reírse. Le pregunté de dónde era. Saqué mi teléfono, pero no llamé a nadie. Abrí la aplicación de traducción. Me arrebató el teléfono y lo tiró al suelo. Me metió los dedos en los ojos. Me giró el cuello”, declaró ante el juez, según recogió el medio Turkiyegazetesi.

El conductor también describió la violencia del ataque: “Conducía a 90 km/h. Me mordió la mano. Me sangraba la mano y también el ojo”, afirmó. Aseguró que el agresor le quitó dinero del abrigo y lo golpeó hasta dejarlo inmóvil. “Me apoyé en el coche. El acusado me golpeó, cayó al suelo y me pateó la cabeza repetidamente. No podía mover los dedos. Me robó dinero del bolsillo. También dañó el coche”, añadió ante el tribunal.

Las consecuencias para Bicer han sido devastadoras. En su testimonio, citado por el portal Yeniakit, dijo: “Me he quedado ciego, tengo pesadillas todas las noches. He perdido una extremidad. Ninguna de mis lesiones ha sido curada. Voy a presentar una denuncia”.

La versión del boxeador y su defensa

Ross Kitchen intentó justificar su comportamiento alegando problemas psicológicos. “No me sentía bien ni siquiera antes de venir a Turquía. Pensé que me estaban secuestrando. Por eso ataqué”, declaró ante el juez, en declaraciones difundidas por Yeniakit.

El boxeador afirmó sufrir ataques de pánico y sostuvo que actuó movido por el miedo, negando cualquier intención de robo. “Sufro de ataques de pánico. Mi intención no era robar”, insistió. Sin embargo, la Fiscalía sostiene que su conducta fue intencional y violenta, motivada por una “premeditación monstruosa”.

Posible sentencia y proceso judicial en curso

La Fiscalía General de Estambul acusó a Kitchen de “lesiones dolosas agravadas que provocaron fracturas óseas con sentimiento monstruoso” y “robo con agravantes”, delitos que podrían derivar en una pena de hasta 33 años de prisión. El tribunal ordenó su prisión preventiva mientras continúa el proceso judicial.

Las pruebas incluyen grabaciones de video del ataque, testimonios y peritajes médicos que evidencian la gravedad de las lesiones. Según los medios Turkiyegazetesi y Yeniakit, la causa se mantiene abierta y el tribunal ha programado nuevas audiencias para evaluar las pruebas y determinar la responsabilidad penal del acusado.

El caso ha causado conmoción en Turquía y el Reino Unido, no solo por la brutalidad del ataque, sino también por las secuelas permanentes que enfrenta la víctima, quien continúa bajo tratamiento médico.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!