Un sismo de magnitud 7,5 sacudió la noche del lunes 8 de diciembre el norte de Japón, dejando al menos 33 personas heridas y generando serios problemas de movilidad y servicios. El temblor, uno de los más fuertes registrados en el país en los últimos años, también afectó varias líneas de tren bala y provocó la suspensión de actividades escolares.

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La cadena pública NHK informó que 22 de los heridos se registraron en la prefectura de Aomori, ubicada frente al epicentro del terremoto. Las autoridades locales continúan evaluando el alcance real de los daños estructurales y posibles afectaciones adicionales.

La primera ministra pide máxima precaución

La primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, confirmó este martes 8 de diciembre que los equipos de emergencia siguen trabajando en la zona afectada. En declaraciones a la prensa, advirtió que existe riesgo de que se produzca un sismo similar o incluso mayor en los próximos días.

La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) mantiene activa una alerta por la posible ocurrencia de un ‘megaterremoto’, advertencia que se extenderá durante una semana. Este tipo de alerta ya había sido utilizada en ocasiones anteriores, como ocurrió tras el sismo de magnitud 7,1 registrado en agosto de 2024 en el sudoeste del país.

Cómo fue el sismo que activó la alarma

El terremoto ocurrió a las 23:15 del lunes, con un epicentro ubicado en el mar frente a Aomori, a 50 kilómetros de profundidad. Según la escala sísmica japonesa, que mide el nivel de sacudida más que la magnitud, el evento alcanzó un nivel 6 superior en varias zonas del noreste del territorio, un grado capaz de causar daños severos en infraestructuras.

Hasta la mañana de este martes, se habían detectado al menos 15 réplicas de magnitud superior a 3. La más fuerte, de 6,4, se registró a las 06:52, reavivando el temor de los residentes y prolongando el estado de alerta.

Un recordatorio de un país acostumbrado a los grandes terremotos

El archipiélago japonés, situado en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, experimenta miles de sismos cada año. Sin embargo, un temblor de esta magnitud no se registraba desde el 7,6 del 1 de enero de 2024, ocurrido en la península de Noto, una zona rural y envejecida en la región central costera del mar de Japón. Ese evento dejó 400 fallecidos, marcando una de las mayores tragedias sísmicas recientes del país.

La situación actual mantiene en tensión a millones de personas en el norte y centro del país, donde las autoridades continúan coordinando medidas de prevención, inspección de estructuras y difusión de información oficial para reducir riesgos.

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