Kira Cousins, de 22 años, dejó a todos boquiabiertos al revelar que su “hija” Bonnie-Leigh Joyce no existía: era una muñeca Reborn (elaborada artesanalmente en vinilo o silicona) tan realista que engañó a familiares, amigos e incluso a su novio. Durante meses, todos creyeron que estaba embarazada y celebraron cada etapa de su embarazo falso.

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La joven escocesa usó una prótesis, compartió videos de los supuestos movimientos de su bebé y organizó una lujosa fiesta de revelación de género con confeti rosa.

Hasta recibió regalos costosos, incluido un cochecito de 1.343 dólares, mientras todos celebraban la llegada de la pequeña Bonnie-Leigh.

Pero la farsa no terminó ahí. El 10 de octubre pasado, Kira fingió haber dado a luz sola, diciendo que la niña pesaba 2,2 kilogramos y tenía un problema cardíaco.

Sin embargo, familiares empezaron a sospechar. La “bebé” nunca lloraba y nadie podía tocarla, según excusas médicas inventadas por la joven.

El día que Kira admitió su engaño

En Instagram, el 16 del mismo mes, Kira decidió admitir su engaño: “No estaba embarazada. No había bebé. Lo inventé todo, falsifiqué ecografías y actué como si una muñeca fuera real. Sé que la cagué y no supe cómo parar”.

Confesó además que busca ayuda para entender su comportamiento. “Sé que esto me acompañará mucho tiempo y que he perdido amigos que probablemente no volveré a tener. Estoy intentando cambiar y ser mejor persona”.

El engaño afectó profundamente al padre de la muñeca. Una amiga de Kira, Neave McRobert, contó cómo descubrieron la verdad: Kira borró todas las fotos y videos de Bonnie-Leigh y el padre confirmó finalmente que se trataba de una muñeca.

Kira pidió perdón públicamente a todos los involucrados: “Lo siento mucho. Lloraron de alegría, me apoyaron y creyeron todo. No merecían que les mintiera así. Especialmente al padre y su familia, fui yo la que se equivocó”.

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