Opinión
Cartas al director
Cartas al director
Gloria al Libertador Simón Bolívar
Algunos auténticos y otros que son farsantes se autoproclaman bolivarianos y a unísona voz señalan “alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina’’. Pero estoy seguro de que un gran sector de seguidores de Simón Bolívar no conocen los detalles fundamentales de su vida, pasión y muerte, como por ejemplo, no saben los nombres del libertador: Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco, que nació en Caracas, Venezuela. Fue de posición de clase social adinerada, dejando atrás toda la riqueza que por herencia le pertenecía. Nació el 24 de julio de 1783, y entre sus gloriosas jornadas conformó la Gran Colombia, siendo su presidente inicial. Fue un militar y político venezolano, además de ser fundador de las repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia. Fue una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente al Imperio español. Contribuyó a inspirar y concretar la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
En 1813 le dieron el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida, en Venezuela.
Un espacio importante lo tiene Manuelita Sáenz, a quien llamaba ‘’Libertadora del Libertador’’ y fue activa participante de la liberación de nuestro pueblo, pareja sentimental de Bolívar.
La historia considera a Bolívar entre los personajes más destacados de la humanidad, pero a pesar de libertar a 5 naciones y promover las liberaciones en otros pueblos sometidos por el yugo español, murió pobre el 17 de diciembre de 1830, en Santa Marta, Colombia, y sin contar con los poderosos amigos que más bien se habían convertido en enemigos.
Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo.
Contra todo pronóstico
Guayaquil ha salido adelante contra todo pronóstico, pese a los avatares que ha enfrentado en la llamada “década ganada”... El menosprecio no ha hecho mella en la comunidad ni tampoco en el dinamismo que la caracteriza.
Las fiestas julianas se las confronta con espíritu emprendedor, a pesar de que sus detractores comenten que ha perdido el primer lugar como ciudad en actividad comercial y generación de recursos.
Los 481 años de vida han servido para que moradores de distintas zonas se afinquen en busca de un mejor futuro, para junto con los que nacieron en esta tierra, formar esa diversidad que le ha hecho ganar el espacio que tiene en la historia.
Guayaquil no es solo ciudad-puerto, es el motor que impulsa el comercio, la industria, la banca, etc. Es su gente, ese conglomerado humano diverso, donde se mezclan culturas, música y costumbres, pero que mantiene su identidad.
Dura ha sido la lucha por la libertad. Se la ha querido doblegar con el ataque a sus instituciones fundadas por personas nobles y desinteresadas que son parte de ese voluntariado que solo lo tiene Guayaquil.
El guayaquileño no fue ni será pelucón, peor aniñado, como se lo diga. Son hombres que con su aporte económico hicieron y siguen haciendo su desarrollo.
El centralismo se ha manifestado más estos últimos años. Tenemos que apoyar al Municipio y a sus autoridades. Los cambios y la regeneración son un motivo de orgullo que debemos defender.
Ab. Luis Hidalgo Vernaza