Opinión
Cartas del director
¡Piscina en el Guayas!
El título es chistoso, pero la realidad no lo es: en estos días se han desbordado ríos, como el célebre Bulubulu, que dejaron bajo el agua a Milagro, Durán, Naranjal, Yaguachi y El Triunfo en Guayas, sin contar inundaciones en otras provincias. ¿El saldo? Cientos de familias evacuadas y miles de hectáreas agrícolas dañadas. ¡Y eso que no llegó El Niño!
El mayor perjuicio ocurre en la cuenca del río Guayas, la mayor zona agrícola del Ecuador, donde vivimos 4 de cada 10 ecuatorianos en ocho provincias. ¿Por qué hay inundaciones? La razón principal es que los ríos de la cuenca (como el Guayas, Daule, Babahoyo, Milagro y más) tienen excesivo material acumulado porque no han sido dragados en décadas. Por eso, cuando llegan lluvias en un invierno fuerte (peor si golpea El Niño), los ríos se desbordan o se complica el desfogue de las aguas.
Actualmente, para proteger la cuenca se necesita que ocho prefectos draguen los ríos (sobre todo Jimmy Jairala en Guayas), que el Gobierno reforeste y que decenas de alcaldes cumplan su trabajo en cada cantón.
El problema es que no podemos depender de tantas autoridades diferentes de turno. Por eso propongo que tengamos un solo Instituto de la Cuenca del Río Guayas que asuma la competencia de dragar en toda la zona, como ya lo hacen Estados Unidos con el río Mississippi, Colombia con el Magdalena y hasta Venezuela con el Orinoco.
Gracias a Dios, esta vez la sacamos ‘barata’ porque no llegó El Niño. Pero el susto nos debe mover a actuar todos juntos para prevenir futuras inundaciones. Y cuidar nuestro agro, cuyas exportaciones hoy sostienen la dolarización y el progreso económico del Ecuador.
Ab. Héctor Yépez Martínez