Opinión
Columnas: Debemos hacer un pacto con la verdad
“No estaba besándola. Estaba susurrándole en la boca”. Chico Marx, respuesta a su mujer que lo pilló besando a una corista.
“No estaba besándola. Estaba susurrándole en la boca”. Chico Marx, respuesta a su mujer que lo pilló besando a una corista. Una excusa es peor y más terrible que una mentira. Alexander Pope.
Estamos atados a cosas que no existen. A veces nos preocupamos, por algo que luego comprobamos que no era de mayor preocupación. Hacemos cosas indebidas, para luego arrepentirnos y sufrir.
Vivimos de falsas creencias, nos inventamos y nos inventan cosas y les creemos. Pasamos la vida desperdiciándola a sabiendas de que es corta, porque la tercera parte pasamos dormidos. A veces creo que la verdadera vida es cuando dormimos, porque después esto se hace eterno.
Nuestro objetivo es la verdad, a veces dura pero es la realidad. Lo demás es engaño, sofisma, falacia. Hay que buscar la verdad fuera de lo común, porque la mentira se ha enraizado. La vida es un placer y hay que encontrar la fórmula para entrar en el mundo de nuestro interior, donde emana la vida eterna. Solo de ahí partiremos a nuestros verdaderos orígenes, esa energía sin forma, de movimientos inescrutables e invisibles.
Hay que guiarse y reencontrarse con la naturaleza, que es tan gratificante y generosa, como el aire que da vida sin saberlo, el sol que da luz sin sentirlo, las rosas que dan su fragancia y su color sin extrañarse y el corazón tan lleno de energía hasta el final de los días. Decía Anthony de Mello que cuando los ojos no están bloqueados el resultado es la visión.
Cuando los oídos no están cerrados el resultado es poder escuchar. Y cuando la mente actúa bien el resultado es la verdad. Hay gente que se aferra a una mentira y vive sufriendo por ello. Es una pena.